Estela Vizcarro está ultimando los detalles de la nueva tienda que abrirá en diez días en la calle del Comte de Rius, en una de las vías más comerciales de la ciudad. Será una floristería, especializada en bodas, que sustituirá la histórica armería que había hasta hace unos meses en esa calle. «Estamos muy contentas e ilusionadas. No será una tienda cualquiera. Aquí queremos hacer talleres y ofrecer productos personalizados», explica Vizcarro, mientras decora el espectacular escaparate. Como ella son muchos los empresarios que están apostando por abrir un comercio en la ciudad. Tanto es así que desde el Ayuntamiento se atreven a confirmar que «teniendo en cuenta las cifras registradas en los últimos años, todo apunta a que las aperturas de este 2022 doblarán las del 2020 y 2021», asegura el concejal de Comerç en el Ayuntamiento de Tarragona, Dídac Nadal.
A finales del año pasado, la concejalía llevó a cabo dos acciones con un importante impacto para el sector. Por un lado, la implantación de los bonos comercio y, por otro, un convenio con estudiantes del Institut Vidal i Barraquer, lo que permitió que los alumnos fueran puerta a puerta a conocer las inquietudes de los empresarios. Además, se recogieron algunos datos importantes. Actualmente, en Tarragona –centro y barrios–, hay 1.528 locales comerciales en funcionamiento. Síntoma de la buena salud que tiene el sector es que, en octubre del año pasado, se detectaron un total de 50 establecimientos que se estaban reformando.
En 2020, pese a ser el año de la Covid, se abrieron 91 comercios, en 2021, 98 y, finalmente, en lo que llevamos de 2022 –hasta abril–, unos 32.
Una de las tipologías de negocio que se han disparado en los últimos meses son las tiendas de uñas. En cada rincón de la ciudad te encuentras una y, pese a ello, es difícil conseguir cita. Hace un mes, Blanca Mendoza –de 23 años–, junto con su madre, abrió una franquicia de uñas en la calle Unió, otra de las vías que se ha reactivado comercialmente desde el fin de la Covid. «Estamos asustadas porque es el principio. Pero, poco a poco, todo va fluyendo. Nos está ayudando mucho el tema de Instagram y las ofertas que ponemos», explica Mendoza, quien decidió dejar de hacer uñas para otra empresa, y abrirse la suya propia.
Además, también se han abierto nuevos modelos de negocio, que hasta hace unos meses no era habitual encontrárselos. Como por ejemplo, el nuevo proyecto de Oscar Lobo y su socio. Ambos regentan una tienda-concesionario de vehículos eléctricos en la calle Manuel de Falla. Hace quince días ampliaron la empresa y han abierto un local en pleno centro de la ciudad, en la calle Governador González. Venden bicis, patinetes, y su especialidad, vehículos de movilidad reducida. «Creemos que estamos en un buen punto comercial. Queríamos llegar a más gente y esta ha sido la manera», explica Lobo.
«Somos conscientes que solucionar los problemas que tiene el comercio de la ciudad no se hace de un día para otro. Pero lo cierto es que detectamos un optimismo y un cambio de mentalidad que favorece a la apertura de nuevos comercios. Actualmente, la ciudad cuenta con todos los elementos para que sea un lugar atractivo donde iniciar una experiencia de este tipo», explica el concejal de Comerç del Ayuntamiento, Dídac Nadal. Seguramente, el hecho de programar actividades cada fin de semana está influyendo a este cambio de percepción.
«Una buena salud comercial»
Desde la Cambra de Comerç, su presidenta, Laura Roigé, asegura que «tenemos la sensación que se están abriendo muchas tiendas porque ahora es cuando nos estamos recuperando de la Covid», y como punto fuerte añade que «Tarragona goza ahora de una buena salud comercial porque cuenta con una diversidad importante de formatos, que se retroalimentan entre ellos».
La Via T, la asociación comercial más importante de la ciudad, ha detectado también este ligero aumento de apertura de comercios en los últimos meses. «El año pasado ganamos unos 40 socios. Este año ya llevamos unos 20», explica el presidente de la entidad, Salvador Minguella, quien cree que «la bajada del precio del alquiler de los locales tiene algo que ver con esta proliferación de tiendas».