En lo que va de 2023, Tarragona está registrando unas temperaturas casi dos grados centígrados superiores a la media histórica. Lo explica Ramón Pascual, meteorólogo y jefe del grupo de predicción y vigilancia de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET): «A partir del inicio de siglo, nos estamos encontrando en un período en el que las condiciones que podemos considerar estivales pueden comenzar incluso en el mes de mayo», indica Pascual. «También se está alargando por el final, por eso en septiembre y octubre, que son meses otoñales desde el punto de vista meteorológico, estamos viviendo estas temperaturas, que no son normales para esta época del año; los veranos ya no son de tres meses, sino que pueden alargarse incluso hasta los cinco», añade.
Las diferencias respecto a 2022
Este verano, se han dado cuatro olas de calor –la más grave en Catalunya entre el 20 y 25 de agosto–. Es una más que el pasado verano. No obstante, la duración de las mismas este año ha sido de 24 días, frente a los 41 de la pasada campaña estival. «El año pasado, el calor extremo empezó en mayo, un mes antes que este 2023», remarca Pascual.
Por su parte, Serra apunta que «este verano, hasta la primera quincena de junio, hubo unas condiciones relativamente normales, pero las altas temperaturas se han alargado a partir del mes de septiembre».
Este año, las temperaturas máximas han sido inferiores si se comparan con el año pasado, pero las mínimas han aumentado, lo que provoca que las medias sean similares a la pasada temporada y que los picos de calor hayan sido más altos.
El ámbito pluviométrico también influye. Los estudios del Meteocat indican que, en puntos de la demarcación de Tarragona, en especial en el Camp, ha llovido un 50% menos respecto a la media climática entre 1961 y 1990. «En las cuencas internas, el valor del agua almacenada es el más bajo desde 2008», apunta Pascual. Las pocas lluvias que ha habido este verano han permitido que la vegetación respirase algo, pero las reservas no paran de bajar, ya que Tarragonès, Baix Camp, Baix Ebre, Baix Penedès y Garraf son las comarcas en las que menos precipitaciones ha habido.
¿Hasta cuándo?
Todo apunta a que este otoño podría ser cálido y húmedo, según las predicciones de la AEMET y el Meteocat. Habrá que esperar aún unos días, seguramente hasta el mes de noviembre, para experimentar una bajada de las temperaturas, que actualmente son más propias de otros meses del año.