El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha suspendido las elecciones de la junta directiva de la Sang, previstas para mañana. El motivo, según un comunicado del propio Arzobispado, tendría que ver con irregularidades en el censo, con las denuncias que el arzobispo ha recibido por parte de las dos candidaturas y, finalmente, por los indicios de posibles errores en el procedimiento. Un procedimiento que, según Planellas, le ha faltado «transparencia».
El arzobispo pretende dejar pasar el verano y asegura en el comunicado que durante la segunda quincena de septiembre «se tomarán las medidas pertinentes para solucionar esta situación».
De esta manera, Planellas suspende los comicios previstos para mañana, en los que los congregantes de la Sang estaban citados a las siete y media de la tarde para escoger quién debería ser su nuevo subprefecto. Las candidaturas estaban lideradas por Maria Grau y por Ramon Mullerat –este último actual subprefecto-.
Cabe recordar que el prefecto de la congregación, es decir, el presidente, seguirá siendo, independientemente de quien gane las elecciones, mosén Josep Queraltó. Se trata de un cargo escogido directamente por el Arzobispado. Queraltó es prefecto desde 2015.
Irregularidades y denuncias
Hace meses que la Sang arrastra mal ambiente entre sus filas. El período electoral no ha hecho más que empeorar las cosas. El procedimiento electoral ya empezó con mal pie cuando algunos congregantes denunciaban que la junta electoral no había sido convocada cuando debía. Además, algunos miembros aseguran que los vocales escogidos por sorteo para formar parte de esta junta no son los que finalmente la configuran.
Las denuncias de ambos candidatos han caldeado todavía más el ambiente. Por una parte, la candidatura de Ramon Mullerat ha pedido al arzobispo impugnar la lista de Maria Grau por motivos políticos. Y es que, según parece, un artículo de la ley canónica recomendaría a las congregaciones no tener presidentes que se dediquen al mundo de la política. Cabe recordar que Maria Grau es actualmente concejala del Ayuntamiento de Els Pallaresos. Grau asegura que opta al cargo de vicepresidente –subprefecta- y no de presidenta.
De hecho, no sería la primera vez que un político tarraconense tiene un cargo de responsabilidad en una congregación. Es el caso de Elvira Ferrando o Raül Font, por ejemplo.
Por su parte, Maria Grau también ha denunciado ante el Arzobispado, que la junta electoral no le facilita el censo electoral. La opción que le han dado es que la consulte telemáticamente en la misma sede de la Sang, cosa que la candidata declina «por no poder contratar el censo». La junta electoral alega que no puede facilitarle el censo por la ley de protección de datos. No obstante, el arzobispo ha requerido a la junta, a través de carta, hacerle llegar la documentación a la candidata.
Con estas denuncias cruzadas y un ambiente de lo más caldeado, Planellas ha decidido suspender las elecciones y dejar pasar el verano. En septiembre se tomarán decisiones.
A modo de curiosidad, cabe destacar que algunos congregantes que viven fuera de Tarragona se habían organizado para poder estar mañana en la ciudad y así poder votar. Hay miembros que incluso han venido de Madrid.
Por su parte, Maria Grau, una de las candidatas, asegura que «es cierto que hay irregularidades y que las hemos denunciado varias veces ante el arzobispo. Creemos que la decisión de suspender los comicios se tendría que haber tomado antes. Ahora hay mucha incertidumbre. Tendremos que esperar».
Por el momento, el Diari todavía no ha podido hablar con el otro candidato.