«Es más difícil pedir cita al médico o hacer un trámite administrativo en el CAP que pedir audiencia al presidente del gobierno español». Estas eran las palabras de Agustín Luna, un vecino de Tarragona que ayer, por segunda vez, acudía al CAP Jaume I para pedir un cambio de médico, después de que el suyo se jubilara. Como él, fueron muchos los usuarios que salían del centro enfadados y frustrados por no haber podido pedir hora o por tenerse que esperarse casi una hora de reloj a ser atendidos. La causa del colapso es la gran cantidad de personas –mayoritariamente de la tercera edad– que acudieron a los ambulatorios pidiendo ayuda para descargarse el pasaporte Covid. La brecha digital tan comentada en los últimos días tiene sus consecuencias. El colapso de estos últimos días en los centros de atención primaria es una de ellas.
Otra de las afectadas es Cristina García. Está embarazada y ayer se acercaba al CAP para solicitar la analítica del tercer trimestre de embarazo. «Vine el viernes. Tuve que esperarme una hora de pie. Delante de mí había 93 números. Desistí y me fui para casa. Hoy –ayer para el lector– he vuelto. Tengo el número 211 y van por el 170. He decidido irme a hacer recados. Si llego a tiempo después, bien, y si no, también. Estoy cansada de esperar tanto», explica García. Ariadna, otra usuaria, resistió. «He estado 45 minutos esperando para pedir la baja laboral. Lo mejor de todo es que me han dicho que un médico me llamaría a partir de las tres de la tarde. No pueden ni atenderme presencialmente», dice Ariadna, quien añade «menos mal que no me encuentro mal físicamente, si no imaginaos tres cuartos de hora, aquí, esperando...».
«Es más difícil pedir cita al médico que audiencia al presidente del Gobierno»No todos los CAP estaban colapsados ayer. Los más afectados fueron el de Jaume I y el Tarraco. El problema radicaba en la parte de administración, en los vestíbulos de los ambulatorios. Las consultas, a excepción de las que corresponden a enfermedades respiratorias, no estaban saturadas.
Agustín Luna. Usuario CAP Jaume I
Fuentes oficiales del Institut Català de la Salut (ICS) aseguran que lo que pasó ayer o el viernes no es lo habitual. Las colas de los últimos días se deben a que los usuarios acuden al CAP para pedir información y ayuda acerca de cómo obtener el certificado Covid, que tras los problemas telemáticos de los últimos días entrará en vigor finalmente este viernes. Pese a que la única manera de hacerse con el documento es a través de la aplicación La Meva Salut, muchas personas no lo consiguen y creen que se lo podrán descargar en el CAP. El ICS también atribuye al colapso a la vacunación, tanto de la Covid como de la gripe. «Se acerca el puente de la Purísima y la Navidad, y la gente elige inmunizarse para viajar y juntarse», dice un médico del CAP Jaume I, quien añade que «no me atrevo ni a salir de la consulta, porque los pacientes me cogen por banda pidiéndome soluciones».
«Nos ha colapsado la labor burocrática del certificado. A eso se añaden las bronquitis y las otras dolencias del invierno»Las peores cifras en cuatro meses
Mireia Garcia-Villarrubia. Vicepresidenta del Col·legi de Metges de Tarragona
Al pasaporte y a la campaña de vacunación, también hay que sumarle que estamos inmersos en la época donde más enfermedades respiratorias se registran. Finalmente, desde el ICS apuntan que, en el caso concreto de ayer por la mañana, el sistema informático –donde se encuentran los datos de los usuarios– cayó durante unos minutos, provocando esperas entre los pacientes.
En esa tormenta perfecta influye la propia inercia de incremento de casos de Covid-19 que viven los ambulatorios, que están registrando las peores cifras en cuatro meses, desde que a principios de agosto se tuviera que lidiar con los estragos de la quinta ola, aquel duro envite veraniego. En una semana se ha pasado en la provincia de 4.180 visitas a 5.741, un 37% más. Pero si se echa la vista atrás una semana más, ese volumen de trabajo se ha duplicado.
«Tuve que esperarme una hora de pie. Delante de mí había 93 números»La situación respeto al coronavirus, pues, es de mucha incertidumbre, por si los casos siguen aumentando. El nivel de saturación respecto a la Covid-19 está lejos de las puntas de las olas (18.000 visitas semanales en julio, por ejemplo) pero es cierto que si los contagios siguen en aumento la situación se volverá más extrema aún. Otro termómetro al respecto son los test de antígenos que se realizan en Primaria. Se han cuatriplicado en el espacio de un mes: en la última semana de octubre se hicieron 114 con resultado positivo en sintomáticos y en los siete últimos días la cifra se ha disparado a los 416.
Cristina García. Usuaria CAP Jaume I
Bronquitis y otras dolencias
Desde el Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COMT) también se admiten las dificultades. «Vivimos un colapso puntual el viernes pero que ha impactado también esta semana, en los días siguientes. Nos ha colapsado mucho la labor burocrática del certificado, la gente viene hacia nosotros, a nivel presencial o de consultas. El viernes pasado vino mucha gente con dudas y como no había hora, ha cogido para esta semana y eso hace que no demos salida a cosas que estaban acumuladas y pendientes», cuenta la doctora Mireia Garcia-Villarrubia, vicepresidenta del COMT.
A eso se suma ese aumento de casos de Covid-19 y otras patologías respiratorias: «Hay bronquitis, todas las dolencias habituales del invierno, también tenemos bajas entre profesionales por ser contactos y además está la vacunación». Distinguir en el diagnóstico el coronavirus de las otras afecciones –minimizadas el invierno pasado y en aumento este año– es otra de las labores que añaden presión al trabajo que asume la atención primaria.
«Hay gente que viene al CAP a resolver dudas del certificado»Los CAP están encargándose fundamentalmente de segundas dosis pero también de terceras y de la gripe, y eso «complica también la situación», añade Garcia-Villarrubia. Maurici Sabater, delegado de CATAC-CTS en Tarragona, también reconoce el exceso de trabajo: «Se han incrementado mucho los casos y empieza a haber una gran presión asistencial en los CAP». A eso se añade, según Sabater, esa mayor afluencia durante estos días a estos centros en busca del certificado de Covid-19, ante la imposibilidad de hacerse con él por vía telemática: «Mucha gente fue al centro pensando que era un atajo, una manera de conseguir el documento porque la web estaba saturada».
Núria Illamola. Vocal Col.legi d’Infermeres i Infermers de Tarragona
Núria Illamola, vocal del Col·legi d’Infermeres i Infermers de Tarragona (Codita), sostiene, en esa misma línea, que hay «un aumento del número de casos, también una alta demanda de nuevas vacunaciones por el certificado Covid y consultas alrededor del pasaporte», que ha generado incógnitas: «Viene gente que no se ha descargado la aplicación o que tiene dudas y necesita asesoramiento, como personas que pasaron la enfermedad, solo se pusieron una dosis y eso ha hecho que no se les genere el documento. Todo ello, junto con las terceras dosis o la vacuna de la gripe, acaba incrementando la presión asistencial».