Hace nueve años la Bona Gent nació con la intención de poner en valor la calidad humana y la profesionalidad de las personas y entidades de nuestro territorio. Fue una iniciativa modesta que, poco a poco, ha ido creciendo. Recuerdo como si fuera ayer que la primera gala se celebró el 16 de enero de 2020 en una sala de un hotel de Tarragona ante poco más de medio centenar de personas. La del pasado jueves, la quinta (la pandemia impidió que tuviese lugar la de 2021) reunió a más de 400 personas en el Teatre Auditori de Salou.
Organizar y escribir la Bona Gent, tanto los perfiles que publicamos en papel como la gala, supone cientos de horas de trabajo cada año, noches sin dormir, nervios, la elaboración de innumerables listas... Pero vale la pena por la Bona Gent, por poder estar en contacto permanente con, por citar las candidaturas de este año, colegios que destacan por su excelencia educativa, clubs deportivos que triunfan en sus respectivas disciplinas, pero sobre todo que enseñan valores cada vez más imprescindibles, defensoras del medioambiente, personas que ayudan a los mayores, colectivos que se plantan ante el poder y reclaman servicios dignos, estudiantes excelentes, cocineros solidarios, gente que ha ayudado a los damnificados de la dana y grandes profesionales en sus ámbitos. Y, como no, las collas castelleras que miman a su mayor tesoro, la canalla.
Me toca pedir disculpas a la Bona Gent por los WhatsApps quilométricos o por los mensajes sobre las votaciones
Y aquí toca pedirles disculpas a todos. Por los WhatsApps quilométricos dando instrucciones para la gala o los mensajes insistentes para que difundieran sus candidaturas en sus redes.
Disculpas, pero, ante todo, gracias, muchas gracias. A Carme por tu combativa forma de pensar. A Cristina, Alona, Blanca... por hacer de correas de transmisión. A Ana y Carme por vuestra lucha para estar en los primeros puestos de las votaciones. A Marina por tu desbordante simpatía. A Laia y Jesús por vuestro emocionante testimonio (me hicistéis llorar, que lo sepáis). A Maria Teresa, Cristina y Carme por ser grandes ‘profes’. A Lluís por tu ejemplo. Y, sobre todo, a Katrin, por el inmenso amor que has demostrado por Kevin.
Gracias. Gracias. Gracias
