A ERC no le vale con su segundo mejor resultado en Tarragona

Los 6 ediles de Esquerra, que le dejan sin alcaldía, solo son superados por los 7 de 2019

30 mayo 2023 11:43 | Actualizado a 30 mayo 2023 11:44
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La cita con la historia de Pau Ricomà (ERC) de este pasado domingo se quedó a medias. Pese a que Esquerra Republicana logró sus segundos mejores resultados en la ciudad desde la recuperación de los ayuntamientos democráticos en 1979, lo cierto es que los seis concejales cosechados con los 8.889 votos no le bastan para sondear una mayoría alternativa para intentar frenar la investidura de Rubén Viñuales (PSC) como nuevo alcalde de Tarragona del próximo 17 de junio.

Ricomà, que tiene la vara de alcalde desde junio de 2019, cumplió con la tradición de la Plaça de la Font que indica que nunca un alcalde ejercicio que se presenta a la reelección ha logrado igualar su número de representantes municipales. De hecho, solo lo logró en 1983 Josep Maria Recasens, cuando subió de los 8 concejales logrados en los primeros comicios locales tras el franquismo a los 14. Es la única excepción. Posteriormente, ni Joan Miquel Nadal (CiU) ni Josep Fèlix Ballesteros (PSC) pudieron lograrlo. Y menos ahora un Ricomà que, paralelamente, rompe con su hegemonía de crecimiento, después de coger a ERC fuera del pleno, recuperar representación en 2015 con cuatro ediles y subir, en 2019, hasta los siete concejales. Ahora se queda con seis.

Asimismo, Ricomà se convierte en el primer alcalde que, tras volverse a presentar, no es la opción más votada. Siempre que se presentaron, Josep Maria Recasens (PSC), Joan Miquel Nadal (CiU) y Josep Fèlix Ballesteros (PSC) lo consiguieron. El primero, en los comicios de 1983 y 1987; el segundo, en 1991, 1995, 1999 y 2003; y, el tercero, en 2011, 2015 y 2019. Ahora, Ricomà –pese a salir desde la pole position de la alcaldía– ha sido el segundo con más sufragios por detrás del socialista Rubén Viñuales.

Buen resultado, mal panorama

Lo cierto, sin embargo, es que los casi 9.000 votos sitúan la cifra en la segunda mejor para Esquerra en 44 años. En los primeros comicios, ERC sumó un concejal –Sebastià Barrufet–, pero posteriormente la formación independentista pasó una auténtica travesía por el desierto en la Plaça de la Font que le llevó a estar fue del Saló de Plens durante 16 años. En este sentido, Esquerra se quedó por debajo del 5% de los votos en 1983, 1987, 1991 y 1995.

Ya en 1999, Xavier Almagro recuperó la representación para ERC, que en 2003 –también bajo el liderazgo de Almagro– se vio duplicada con dos ediles. Este índice se mantuvo en 2007, con Sergi de los Rios como alcaldable. Estos dos concejales, sumados a los 13 del PSC, permitió que por primera vez Esquerra accediera al gobierno municipal formando gobierno con Josep Fèlix Ballesteros. En 2011, sin embargo, Esquerra volvió a quedarse fuera.

Fue ya en 2015, con Pau Ricomà, que ERC volvió con fuerza. Cuatro ediles en 2015 que le valieron para liderar la oposición. Ya en 2019 sumó tres concejales más, hasta llegar a los siete igualando al PSC y accediendo una alcaldía que perderá el 17 de junio, tras bajar a seis en los comicios de este pasado domingo.

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