Los nuevos edificios u obras que instalen elementos de reducción del gasto energético pagarán la mitad de impuestos. El consistorio amplía las rebajas del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que se activan cuando una vivienda instala placas solares para hacerlas extensivas a las nuevas construcciones o reformas que incluyan instalaciones que permitan recortar el coste de la energía. En el caso del ICIO, se reduce a la mitad el importe total, y, en cuanto al IBI, se rebaja también un 50% del impuesto durante un lustro.
«Según nuestros cálculos, el recibo medio del IBI ronda los 500 euros y, más o menos, un piso en el centro de Reus ronda los 800 euros», Manel Muñoz, concejal de Hisenda
«Quien haga obras en una edificación o construya una nueva promoción con sistemas de ahorro energético pagará la mitad de los tributos asociados», argumenta el concejal de Hisenda, Manel Muñoz (PSC).
No obstante, el consistorio establecerá también un límite de 400 euros máximos de rebaja del IBI. «Según nuestros cálculos, el recibo medio en la ciudad ronda los 500 euros y, más o menos, un piso en el centro de Reus está sobre los 800», expone Muñoz. Con lo cual, una persona que tenga un recibo de 3.000 euros, no podrá bonificarse 1.500, sino que se le rebajará hasta el límite de 400.
La idea del gobierno municipal es incrementar la presencia de la progresividad fiscal en las ordenanzas: que pague más el que más tenga. «Lo que queremos conseguir es contar con una ciudad más verde y sostenible y que las rebajas no vayan únicamente a las casas unifamiliares que pueden permitirse instalar placas solares», indica el concejal, quien remarca que «si un promotor tiene previsto construir un edificio de viviendas o rehabilitar algún tipo de construcción que ya exista, puede optar por introducir estos elementos y obtener bonificaciones fiscales».
«Lo que queremos conseguir es tener una ciudad más verde y sostenible y que las rebajas no vayan únicamente a las casas unifamiliares», Manel Muñoz, concejal de Hisenda
La concejalía de Hisenda también comenta que una de las demandas de los constructores era reducir la cantidad de burocracia a la que deben enfrentarse a la hora de solicitar las rebajas.
«Ahora, la empresa solo debe aportar un informe técnico con una declaración responsable de que se cumplen los requisitos, ya empieza a tramitarse la bonificación», que luego cuenta con diversas inspecciones. Lo que el Ayuntamiento quiere conseguir con estas medidas, en palabras de Muñoz, es «que se construya más y que más gente venga a vivir a Reus».
Por otra parte, también habrá reducciones en aquellas obras que estén destinadas a instalar puntos de recarga de coches eléctricos para particulares. En este caso, la rebaja del ICIO será del 90% y la del IBI se situará en un 50%. «Con esto, lo que queremos es promover la instalación de estos tipos de puntos y que la gente no se eche atrás por los impuestos».
Reducciones a los taxistas
En la línea de la movilidad, el consistorio también incluirá en las ordenanzas una bonificación del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) para los taxistas que tengan la licencia en vigor en la actualidad.
«Queremos que se construya más y que más gente venga a vivir a Reus», Manel Muñoz, concejal de Hisenda
«Hasta ahora, las bonificaciones por compras de coches híbridos o eléctricos eran, con carácter general, del 75% en el primer año hasta el 30% en el cuarto y último», recuerda Muñoz.
«Ahora, cuando el coche eléctrico o híbrido vaya directamente destinado a la actividad de taxi, el taxista gozará de la rebaja del 75% durante los cuatro años, para intentar que el colectivo se ponga al día con este tipo de vehículos».
Por otra parte, Muñoz anuncia que se ha comprometido a incluir en el plan de subvenciones, que será público antes de finalizar el año, una ayuda para que los vehículos dedicados al taxi estén adaptados a personas con diversidad funcional, ya sea a través de la adquisición del coche o de su adaptación.
También hay cambios en los vehículos clásicos. En las ordenanzas anteriores, los de más de 25 años tenían una bonificación en el impuesto de circulación, algo que incluye a coches y motos muy contaminantes.
«Debemos promover la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos», Manel Muñoz, concejal de Hisenda
En consecuencia, en 2023 se pasó de aumentar el límite hasta los 30 años, exigiendo además la ITV en vigor, un seguro, estar al corriente de los pagos tributarios y tener un coche ‘principal’ dado de alta que sea de menos de 30 años.
«De esta forma, buscamos que tuvieran cabida únicamente los coches de colección», explica Muñoz. A raíz de diversos cambios en la regulación estatal y autonómica, se eliminan algunas exigencias, como la de haber pasado la ITV a vehículos de más de 60 años.