El tiroteo que, la mañana del miércoles, acabó con Mas Pellicer blindado por los Mossos d’Esquadra y dejó al menos cuatro detenidos y un investigado por intento de homicidio ha colmado la paciencia del vecindario. La gravedad de los hechos ha hecho saltar todas las alarmas en la Associació de Veïns I de Maig, que se siente «muy sola» en la función de preservar la convivencia en el barrio.
«Llevamos años pidiendo patrullas a pie y no las tenemos. Hemos solicitado cámaras de vigilancia, pero no las ponen. El próximo lunes estábamos convocados a una reunión con los cuerpos policiales y nos la han aplazado. Tomaremos medidas, ya que nadie es capaz de tomarlas. No vamos a esperar a que aquí muera alguien», explica el presidente de la entidad, Eduardo Navas.
Mas Pellicer pasó la noche de este 17 de enero flanqueado por patrullas de Mossos d’Esquadra y Guàrdia Urbana, que se colocaron en los accesos a esta parte de la ciudad. «Y aun así, con la propia policía allí, nos han quemado una palmera. ¿Por qué? Pues por pasar el rato, porque no hay consecuencias», denuncia Navas.
Bombers de la Generalitat confirman que se recibió el aviso por el fuego cuando pasaban 20 minutos de la medianoche y que en las tareas de extinción participó una dotación durante alrededor de media hora.
Los vecinos lamentan que la situación en el barrio «se ha descontrolado» y ya «está fuera de cualquier cosa que se pueda tolerar». I de Maig prepara «una reunión de la Junta» en las próximas horas para «ver qué margen tenemos» y analizará la convocatoria de protestas para reclamar más seguridad.
«La cosa estará más tranquila estos días, mientras los Mossos estén aquí. Y luego, ¿qué?», se pregunta Navas, que expresa que «no tenemos por qué vivir con miedo. La policía hace presencia pero podría ser más efectiva si recorriera el centro del barrio a pie».
A raíz del intercambio de disparos con armas de fuego «la alcaldesa me ha llamado y, al final, me ha parecido una palmadita en la espalda. No nos ha dicho que vaya a tomar cartas en el asunto». Fuentes municipales declinaron ofrecer declaraciones.
«No es el primer tiroteo. Hemos llegado a esto porque algo no se hace bien. Es como aquel payés que tiene un pozo peligroso siempre abierto y lo tapia cuando ya se ha caído alguien allí. Atravesamos el peor momento en muchos años», critica el representante vecinal.
Cuatro detenciones
De los cuatro arrestados, tal como informó Mossos, tres pertenecen a la misma familia y son hombres de 18, 31 y 32 años respectivamente. El investigado también formaría parte de este clan familiar. El otro detenido, de 27 años, sería de la otra ‘familia’ y también se le imputa el delito de homicidio doloso en grado de tentativa. Se les acusa también de tenencia de armas y de amenazas.
Los cuatro arrestados han pasado la noche en los calabozos de la comisaría de Reus y se espera que pasen a disposición judicial. Fuentes policiales explicaban que la complejidad del caso podría retrasar su presencia ante el juez hasta mañana viernes.
En el registro que se llevó a cabo durante la tarde del miércoles, Mossos decomisó un total de seis armas de fuego, cuatro largas y dos cortas. También se llevó dos defensas eléctricas y una navaja. La investigación sigue aún abierta y no se descartan más actuaciones a lo largo de los siguientes días.