El Consell Comarcal del Baix Penedès ha lanzado una propuesta de zona única de taxi que mira más allá de sus límites territoriales y atiende una necesidad de sus ciudadanos, una petición largo tiempo reclamada. En determinados momentos faltan taxis para cubrir la demanda de un municipio concreto. La propuesta es que, en esos casos puntuales, un taxista de otro municipio pueda dar servicio en otro municipio vecino. Por ejemplo si se repite el caos ferroviario y se necesitan más taxis. Es una idea positiva, más allá de que se aplique solo al sector del taxi, porque rompe fronteras entre municipios y dentro de un servicio público. Este mismo problema de escasez o mala distribución de taxis lo padecen los vecinos de los municipios del Camp de Tarragona que quieren ir a la estación del AVE o al aeropuerto, entre otros destinos. La propuesta del Consell Comarcal del Baix Penedès es un buen ejemplo de lo que puede significar el área metropolitana de Tarragona.
Durante mucho tiempo, demasiado, los ciudadanos del Camp de Tarragona sufrieron las llamadas ‘batallas de campanar’, miradas excesivamente localistas y en que predominaba el cortoplacismo y la desconfianza con el vecino. Estas divisiones posiblemente insuflan cierto orgullo local, pero generan problemas que afectan al ciudadano. Por suerte, desde hace meses las diversas instituciones implicadas se han puesto las pilas y el Área Metropolitana está en marcha. Superar los límites municipales y tener una visión de conjunto es el método para conseguir un doble objetivo. Por un lado, que esa Área Metropolitana preste mejores servicios a los ciudadanos, que los habitantes del Camp de Tarragona la vean, no como una idea de los políticos, sino como algo que afecta positivamente a sus vidas. El segundo objetivo debe ser hacer realidad el refrán «la unión hace la fuerza». El Área Metropolitana es una forma de reivindicarnos ante la enorme potencia de la Barcelona metropolitana. Aquello de que el «sur también existe» debe complementarse con que el Área Metropolitana de Tarragona también existe. Existimos y merecemos servicios a la altura, que faciliten la vida de los que residen en ese ámbito. Desde el transporte a la sanidad pasando por la educación o la cultura. Quizás la zona para el taxis es un buen inicio para generar ilusión y sentimiento de pertenencia.