El Gobierno siempre mantuvo que la ayuda al transporte público que entró en vigor el pasado 1 de enero la quería convertir en estructural, pero se han dado pocos detalles de cómo se materializará y a quién beneficiará. La ministra de Transportes en funciones, Raquel Sánchez, confirmó ayer lunes que la intención del nuevo Ejecutivo –en caso de renovarse con la coalición entre PSOE y Sumar– es mantener en 2024 la reducción del precio de los abonos en las mismas condiciones que las actuales, y que se convierta en una medida permanente pero solo para determinados colectivos.
La ministra, en su intervención durante un encuentro organizado por El País-Acciona, destacó que el transporte público es «una prioridad» y «la gran apuesta del Gobierno para proteger a la ciudadanía de las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania». En este sentido, la titular de Transportes reiteró que el transporte público es «el gran protagonista» de la movilidad sostenible, y constituye el principal instrumento de vertebración del país, también para aquellas zonas dispersas geográficamente y afectadas por la despoblación, cuya dependencia del vehículo privado considera que es casi absoluta.
Actualmente estas ayudas se dividen en abonos gratuitos para los viajeros recurrentes de Cercanías, descuentos en los trenes de Media Distancia de Renfe y en autobuses interurbanos para usuarios habituales. Además, el Gobierno incluyó una reducción del precio del abono del transporte público gestionado por las comunidades (metro y autobús) con la financiación del 30% del descuento si las comunidades lo ampliaban hasta el 50%.
La prórroga de la medida estaba relativamente asegurada después de que el Gobierno ya hubiera presupuestado en su plan enviado a Bruselas hace pocas semanas 1.400 millones de euros para los descuentos del transporte público, algo que no hizo con el resto de las medidas anticrisis en vigor hasta el 31 de diciembre. Aunque en ese momento fuentes del Ministerio de Transportes indicaron que esa cantidad presupuestada no significaba que los descuentos se fueran a prorrogar automáticamente, las declaraciones de ayer lunes de la ministra confirman este punto.
Raquel Sánchez argumentó que esta medida ayuda a combatir la inflación y reduce la dependencia energética y el consumo de combustibles.
Sin embargo, aunque en el bolsillo de los usuarios la medida ha tenido un impacto claro, un informe elaborado por Esade revela que esta subvención no ha logrado sacar al vehículo privado de las grandes ciudades. El estudio concluye que el nivel de tráfico sigue siendo el mismo que antes de implantar esta rebaja.
