Fomentar una mentalidad innovadora en las organizaciones

07 abril 2025 16:38 | Actualizado a 07 abril 2025 16:40
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En un artículo anterior, publicado en este suplemento en marzo del presente año, planteábamos cómo llevar a cabo un diagnóstico interno de las organizaciones para sondear y valorar su capacidad innovadora, y se comentaban los 4 rasgos o pilares que definen la mentalidad creativa e innovadora de las personas, y consecuentemente, de las organizaciones.

En el presente artículo se desgrana la táctica a implementar, fundamentada en 5 diferentes aspectos, para conseguir imprimir esta mentalidad en las organizaciones.

Para ello, se resumen los aspectos más relevantes publicados por el CCL (Center for Creative Leadership ), en su libro, How to Treat New Ideas, el cual está fundamentado en el estudio y observación durante décadas de experiencias personales, aprendizajes y datos recabadas de numerosas organizaciones de todo el mundo.

En su publicación, el CCL identifica 5 consejos que pueden ayudar a los líderes de las organizaciones a fomentar la creación y aportación de nuevas ideas, y de esa manera, cultivar y fortalecer mentalidades innovadoras en el entorno laboral.

1. Resistirse a la tentación de matar las nuevas ideas: Los líderes deben aceptar que la primera reacción ante una nueva idea es típicamente «luchar o huir». Cuando surge una idea que es nueva, extraña o tal vez incluso estrambótica, estamos programados, de entrada, para luchar contra ella o resistirnos, y tal vez incluso ignorarla, con la esperanza de que se desvanezca y desaparezca.

Los líderes que quieren fomentar la creatividad y la innovación en sus organizaciones deben respirar a fondo, contar hasta 10, y permitir que ellos mismos y sus equipos den una oportunidad a las ideas y valorarlas detenidamente, antes de tomar la decisión de rechazarlas.

2. Practicar el pensamiento innovador: No hay nada de malo detrás del enfoque que consideramos como pensamiento empresarial tradicional, consistente en optimizar la operación del día a día de la organización, ya que éste es necesario para gestionarla correctamente, pero cuando surge una nueva idea, por disruptiva que ésta sea, es el momento de cambiar el enfoque al modo pensamiento innovador. El pensamiento innovador proporciona a las nuevas ideas el oxígeno y los nutrientes que necesitan para seguir desarrollándose y evolucionar.

3. Enmarcar y clarificar el propósito de la idea: Los innovadores exitosos siempre se preguntan qué problema puede ayudar a resolver o qué necesidad puede ayudar satisfacer una nueva idea.

En numerosas ocasiones, esto requiere buenas dosis de paciencia y pensar ‘out of the box’. Un caso paradigmático es el del científico de 3M, Spencer Silver, cuando creó un adhesivo «de baja adherencia» y sensible a la presión, en lugar de un pegamento súper potente, que era realmente lo que estaba intentando crear.

Cuando un colega le mencionó un problema que tenía con los pedazos de papel que utilizaba para marcar canciones en un álbum, que se le desprendían y caían continuamente, Silver tuvo lo que podríamos denominar una ‘revelación’. El resultado fue el Post-it® de 3M, el cual se ha convertido en un artículo básico e indispensable de nuestros suministros de oficina.

4. Aplicar la técnica POINt: Llegados a este punto de la evaluación, algunas nuevas ideas se habrán ido perfilando y clarificando. Para afinar el proceso de evaluación de una forma más rigurosa, el CCL propone usar la técnica denominada POINt , ideada y desarrollada por el ejecutivo de Pfizer, Bob Moore.

El acrónimo POINt hace referencia a:

PLUSES: Mirar la idea desde un punto de vista positivo, y ver qué hay de bueno en ella tal y como se nos presenta.

OPORTUNIDADES: Imaginar las posibilidades y beneficios asociados a la potencial implementación de la idea.

INCONVENIENTES: Aunque no queramos ‘matar’ las nuevas ideas, es necesario considerar los retos, desafíos y potenciales limitaciones asociados a su implementación.

NUEVOS PLANTEAMIENTOS: Explorar posibles perspectivas para desarrollar soluciones a los retos e inconvenientes de la idea identificados en el punto anterior.

Fomentar nuevas ideas no significa tener que ser ingenuo y superficial al respecto. Más bien todo lo contrario, supone considerar con claridad y objetividad, tanto las oportunidades como los desafíos e inconvenientes que presenta una nueva idea, y pensar en posibles soluciones para superarlos.

5. Conecta sinergias con otras ideas: No todas las nuevas ideas se convertirán, ni deben convertirse obligatoriamente, en algo totalmente tangible, bien sea un producto, un servicio o una solución empresarial por sí mismas, pero esto no significa que esas ideas no tengan ningún valor.

Un ejercicio muy útil y recomendable para obtener todo el valor de las nuevas ideas es combinar ideas inicialmente no conectadas. La lluvia de ideas (brainstorming), el mapa mental (mind mapping) y las conexiones forzadas son técnicas que se pueden utilizar para conectar ideas entre sí.

Las conexiones forzadas es una técnica, inicialmente desarrollada por Kobergy y Bagnall, combinada a la de la lluvia de ideas, en la que dos o más conceptos o descriptores no relacionados se combinan en un intento de idear una mejor solución. La premisa de las conexiones forzadas es simple: combinar cosas no relacionadas para crear nuevas ideas.

Seguir estas reglas y metodología para desarrollar, potenciar y proteger mentalidades creativas e innovadoras, puede ser un antídoto perfecto para detectar y neutralizar pistas y señales incipientes que estamos saboteando, aunque sea involuntariamente, la innovación en nuestros equipos y organizaciones.

En un próximo artículo, se comentarán los indicios y señales incipientes que pueden derivar en el sabotaje subconsciente de la mentalidad innovadora de las organizaciones.

Alfred Arias Profesor del MBA-URV y coordinador del Programa Mentoring Hub Experimenta

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