A medida que avanza la investigación sobre el accidente de Freginals (Tarragona), en el que perdieron la vida trece universitarias de Erasmus, empiezan a despejarse algunas de las principales incógnitas. Los Mossos dieron este miércoles casi por seguro que el conductor del autobús, que aún no ha declarado porque está ingresado en estado crítico en el hospital, se durmió al volante, en el fatídico kilómetro 333 de la autopista AP-7, cerca de Amposta. La cabezada es la principal teoría, que explicaría el volantazo brusco e instintivo que dio el chófer cuando percibió que había rozado la valla lateral de la calzada.
El conductor, de 63 años y más de treinta de profesión, perdió el control y está por ver si porque no había descansado lo necesario o por alguna otra causa. Existen "indicios" de que la persona pudo tener una "somnolencia", esta es la "hipótesis que cobra más fuerza", afirmó el jefe de la comisaría de Movilidad de los Mossos, Miquel Esquius. Aún así, mantuvo que los investigadores todavía tienen que "analizar todas las variantes que rodean" al accidente, sin descartar "otras hipótesis". Por ejemplo, quieren verificar si el chófer pudo tener un despiste por culpa del teléfono móvil o porque en algún momento se giró a hablar con alguien. Por ello, la Policía catalana ha requerido a la compañía telefónica toda la información que le pueda ser últil en este sentido.
Aun así, la declaración del chófer será clave para determinar las causas del siniestro. Desde los Mossos, en cualquier caso, precisaron que, aunque el chófer no haya dado aún su versión de los hechos, ya es posible escarecer los motivos del accidente, como suele ocurrir en otros casos cuando el conductor del coche muere en el propio choque. El otro aspecto de la tragedia que empieza a estar más o menos claro es que ninguna de las trece chicas que perdieron la vida llevaba puesto el cinturón de seguridad. "Las trece no hacían uso del mismo", confirmó Esquius.
En cambio, entre los supervivientes sí que está confirmado que algunos lo llevaban, pero no todos, y que será difícil saber con exactitud cuántos se lo habían atado porque bajaron por su propio pie del vehículo accidentado. El consejero del Interior, Jordi Jané, precisó días atrás que aún es prematuro saber si las chicas se habrían podido salvar en caso de llevar el cinturón, porque todas ellas viajaban en la misma zona del autobús, la parte que recibió el impacto más fuerte y quedó más destrozada después de que el vehículo volcara.
Todas identificadas Mientras, la Generalitat informó de que, al cierre de esta edición, permanecían ingresados en diferentes hospitales de Cataluña un total de 19 heridos. El que tenía el peor diagnóstico era el propio conductor, que seguía en estado crítico por una contusión pulmonar que el lunes derivó en un 'shock' séptico. Cuatro de los heridos estaban graves. Por tanto una de las chicas que estaba crítica el día anterior había mejorado su situación. Fuentes de la Consejería de Salud esperaban nuevas altas a lo largo de la noche. Además, los forenses han identificado ya a las 13 víctimas mortales del accidente. Restaban tres de nacionalidad italiana y su filiación se ha podido confirmar gracias al ADN, por lo que en el tanatorio de Tortosa (Tarragona) ya no queda ninguna víctima mortal. La juez de Amposta que investiga el caso autorizó, por su parte, la repatriación de seis de las fallecidas, que se suman a las cuatro del martes, por lo que sólo faltan tres por superar este trámite.