El médico español Eufemiano Fuentes, condenado por la Operación Puerto, ha afirmado que, para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, recibió la consigna de «haz lo que tengas que hacer, pero queremos medallas» por parte del Gobierno de España y ha asegurado que llegó a dopar al atleta de Reus Gaietà Cornet, que participó en aquella edición en la prueba de los 400 metros lisos (fue cuartofinalista) y con el relevo de los 4x400.
En un vídeo grabado con cámara oculta en 2021, que se emitirá hoy viernes dentro de un reportaje de la ARD (la televisión pública alemana) sobre el dopaje en los Juegos Olímpicos, y del que ha trascendido un adelanto, asegura que a Cornet se le habrían administrado «hormonas, hormona del crecimiento, testosterona, esteroides anabólicos...». El reusense es el jefe de la misión española en los Juegos de París de este verano y ha ocupado ese cargo como máximo responsable de los equipos tutelados por el Comité Olímpico Español desde Turín 2006.
Cornet fue el gran dominador de los 400 lisos en España entre 1988 y 1994, y el primer atleta español en bajar de los 44,96 segundos (1989). Su récord nacional estuvo vigente durante casi 29 años, hasta que Bruno Hortelano lo batió en 2018. Es uno de los atletas tarraconenses más laureados. En su palmarés cuenta también con dos bronces en los Mundiales indoor (1989, 1991) y un oro (1989) y un bronce (1990) en los de Europa, además de otra presencia olímpica, en los Juegos de Seúl de 1988 (cuartofinalista).
Fuentes remarcó que trabajó «en la sombra durante cuatro años» y que las únicas restricciones que recibió fueron que no hubiese positivos por dopaje ni «problemas de salud» derivados de la asistencia médica que prestara a los deportistas.
«Esa fue una estrategia para que yo pudiera trabajar libremente, sin presiones, sin prensa, con nadie», explica.
Según el médico, los españoles recurrieron a métodos y personal que habían ayudado a países del entorno de la URSS, como la RDA, para obtener la preparación: «Copiamos el sistema de los países del bloque del Este. Teníamos dinero para intercambiar información con Alemania Oriental, Polonia, Rusia, médicos checos, de todos los países del Este, y compramos la información con dólares».
Fuentes enfatizó que el método elegido, que ya estaba prohibido en ese momento, fue el dopaje sanguíneo, ya que, según él, era «más seguro, más limpio y más fácil» «controlar la sangre».
«Tu propia sangre, que fue extraída mucho antes, se vuelve a infundir poco antes de la competición, de lo contrario no podrías conseguir tan buenos resultados», detalla en el extracto, a la vez que introduce que el agente sanguíneo eritropoyetina (EPO) «no era tan necesario» entonces, pero que «estaba ahí».
Fuentes dijo frente a cámaras ocultas que actualmente ya no participa activamente en el dopaje sanguíneo pero que sabe que «otros lo hacen».
El Comité Olímpico Español (COE) ha rechazo «cualquier acusación que trate de poner en cuestión la limpieza, la integridad y la transparencia del olimpismo español» y defendió el éxito organizativo, deportivo y social de los Juegos de Barcelona 92.
El COE ha respondido así en un comunicado:
«El compromiso con un deporte limpio, transparente y libre de dopaje, y con el cuidado de la salud de los deportistas, está en la esencia de los valores definidos en la Carta Olímpica y en las propias normas del COE a las que se someten todos los deportistas y miembros del mismo.
- Desde el COE nunca se ha tolerado, ni mucho menos inducido, conducta alguna que pueda vulnerar los valores del deporte ni del olimpismo, que pueda alterar el resultado de una competición, o que ponga en riesgo la salud de los deportistas. Es más, desde el COE siempre se ha apoyado el endurecimiento de las sanciones por dopaje.
- Asimismo, los deportistas olímpicos españoles a lo largo de la historia se han sometido siempre a las mismas normas y controles antidopaje que los demás deportistas olímpicos internacionales, de acuerdo con la regulación definida en cada momento por los organismos competentes.
- Rechazamos cualquier acusación que trate de poner en cuestión la limpieza, la integridad y la transparencia del olimpismo español y, de forma más enérgica si cabe, cuando tal acusación se basa en declaraciones de una persona cuya trayectoria en el ámbito del deporte está claramente desprestigiada.
- Los Juegos Olímpicos de Barcelona fueron un éxito organizativo, deportivo y social y son considerados, no solo en España, sino también fuera de ella, como unos de los mejores de la historia. Así, rechazamos igualmente cualquier acusación que, aprovechando el paso del tiempo, trate de extender una sombra de sospecha infundada e injusta ante la que evidentemente el COE no puede permanecer callado.
- Por último, defendemos y reivindicamos el trabajo de Cayetano Cornet como jefe de misión del equipo olímpico español en París, cuyo prestigio está más que consolidado a nivel internacional».
