El dilema de los abonos

Todos los clubes se preguntan cómo compensar al socio si se acaba la competición o se reanuda sin la presencia del público en los estadios. Hablan los peñistas del Nàstic

28 abril 2020 09:50 | Actualizado a 30 abril 2020 09:57
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El futuro del fútbol es incierto. La pandemia del coronavirus, como a toda la sociedad, le ha dejado descolocado sin saber cómo actuar aunte una situación completamente inesperada. El deporte rey lleva interrumpido de manera indefinida desde el pasado mes de marzo, poco antes de que el Gobierno de Pedro Sánchez decretase el estado de alarma en el país. Y ahí sigue. Sin saber si volverá esta misma temporada y en qué condiciones lo hará en su regreso.

Ante esta tesitura hay que diferenciar el fútbol profesional, de Primera y Segunda División bajo el manto de LaLiga de Javier Tebas, y el fútbol amateur (que desde Segunda B hasta abajo) que organiza la Federación Española (RFEF) y las distintas federaciones territoriales. Respecto a las dos máximas categorías estatales las cifras astronómicas que manejan imponen un criterio diferente al que afectará al resto del fútbol español.

Así, mientras LaLiga por boca de su presidente Javier Tebas mantiene el firme compromiso de finalizar la temporada en curso, en el resto de divisiones todo parece indicar que se dará por finalizada el campeonato regular. Un criterio que ya ha seguido la Federació Catalana de Futbol (FCF) en las competiciones que organiza. En la mesa queda pendiente dirimir los ascensos y, si los hay, descensos de categoría. Una cuestión para la que habrá que esperar hasta finales de mayo.

En Segunda B las propuestas han ido llegando a la mesa de la Federación Española. Los equipos de la parte alta proponen la creación de una nueva categoría, la Segunda B Pro. Una idea que figura en el plan Impulso 23 pero que parece prematuro ejecutarla este año sin advertir a los contendientes y solo para contentar a los equipos de la zona alta.

En cualquier caso, y a la espera de la resolución final, es bastante evidente que el Nàstic, sin opción alguna de disputar la fase de ascenso (sean cuatro u ocho los equipos participantes) y lejos del peligro del descenso (es 14º a cinco del Valencia Mestalla), dará por cerrado el curso futbolístico 2019/20. Un final abrupto que deberá encajar en sus cuentas. El ERTE aplicado ayudará en buena medida, aunque tendrá otras cuestiones a resolver encima de la mesa. Como el tema de los abonos. Quedaban seis partidos en el Nou Estadi incluidos en el carné de socio de esta temporada (Olot, Badalona, Sabadell, Prat, Atlético Levante y Orihuela). El club todavía no quiere pronunciarse hasta que no haya nada oficial y se sienten para tomar una decisión.

Mientras espera la resolución la afición tiene su propia opinión al respecto. Marc Monforte, presidente de la Penya Lo Nàstic Terres de l’Ebre, propone dos opciones: devolver el importe proporcional por esos encuentros al aficionado que lo desee o descontarlo del abono de la próxima temporada, aunque se desconoce si se podrán jugar partidos con público. En ese caso, Monforte cree que «incluir algo de merchandising, descuentos en establecimientos o una suscripción gratuita a la plataforma que emita el fútbol de Segunda B». Una fórmula con la que coincide Jaume Ramon Gener, de Febre Grana. «No lo disfrutas igual, pero al menos podrás verlo en directo», señala.

Isabel Fuentes, de la Penya Amics del Nàstic, aguarda noticias del club al respecto, aunque aceptará cualquier decisión: «En estas circunstancias excepcionales los seguidores que podamos también debemos ayudar al club».

Renunciar a todo es la postura de Ricard Blaya, de Orgull Grana, que considera que por el precio de la Grada de Animació está más que amortizado.

Otra cuestión es los precios de la temporada que vienen. A la espera de conocer el escenario en el que se desarrolle la próxima cmapaña, Dolors Vargas, de la Penya Felip, opina que por la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus debería ajustar los precios de los abonos como se hizo en su día con la anterior recesión. «Ya hay mucha gente golpeada por los ERTE o despidos y se podría recuperar el descuento para los parados, hacer promociones y rebajar alguna de las zonas», detalla.

A ninguno de ellos se le ha pasado por la cabeza ni reclamar ni tampoco no renovar el carné el próximo curso. Más bien al contrario. Marc Monforte hace un llamamiento a la masa social grana para que, en la medida que su situación económica se lo permita, «sigan apoyando al Nàstic, ahora más que nunca».

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