Ni el más preciado vestido de alta costura combinado con los manolos más sorprendentes dicen nada si no va acompañado de un cabello bien cuidado para la ocasión. El cabello es una oportunidad que tenemos de vivir una experiencia singular, regalándole todo lo que necesita para despertar su belleza y también nuestro propio espíritu.
La imagen ideal del cabello consiste en lograr que sea fuerte, brillante, suave y sano.
Debilitada por los maltratos del verano con secadores, coloraciones y otros traumas propios de su condición, la fibra capilar se enfrenta a los rigores del otoño sin preparación, lo que no deja de ser el camino hacia su ruina estética. Como la piel, no todos los cabellos precisan el mismo tratamiento. Repararlos, hidratarlos y reforzarlos son los objetivos que persiguen los tratamientos para acondicionar el cabello.
Estrategias a la carta
Olvídate de pelear contra la textura de tu cabello y conviértete en su aliada. Conoce sus características, trátalo en consecuencia.
Pelo fino y largo
-En tu cabello las raíces del tinte se notan antes que en los demás. Procura un tinte lo más natural posible.
-Para mantener la forma y el cuerpo del cabello, pídele a tu peluquero que recorte un centímetro de puntas cada mes y medio.
-Si tu pelo está dañado, es seco, o ha sido tratado químicamente (tinte), utiliza un champú regenerante que ayude a sanearlo y devolverle todo su brillo y vigor.
-Si, por el contrario, es más bien graso, hazte con productos específicos que regulen la producción de sebo y le devuelvan su volumen. Utiliza la toalla con delicadeza, pues cuando el pelo está mojado, y más si es fino como el tuyo, se vuelve extremadamente frágil.
-Mientras esté húmedo, aplica un producto alisador. Además de suavizarlo, te ayudará a darle estilo y a que éste se mantenga por más tiempo.
-Seca con cepillo redondo, empezando por la capa interna y por detrás. Extiende un producto antirrizo con brillo y aplica un último y breve chorro de secador.
Aconsejo: Ultra Repair Shampoo Hop de Montibello. Champú ultra reparador, limpia suavemente el cabello. No sobrecarga, ni siquiera el cabello fino. La firma Alquimia nos aconseja otra opción gracias al Aceite Esencial de Bergamota. El secreto radica en añadir 2 gotas de este aceite al champú, masajear y dejar reposar y después de un buen aclarado el efecto es de un cabello hidratado y brillante.
Pelo ondulado o rizado
-Vas a necesitar esmerarte con el acondicionador, pues el pelo rizado tiende a ser más áspero y seco de lo normal.
-Acuérdate también de brindarle regularmente un tratamiento nutritivo intensivo, ya sea en casa o en el salón de peluquería.
-Al lavarte la cabeza, seca lo mínimo con la toalla, lo justo para no gotear. Así prevendrás el encrespamiento.
-Aplica luego una espuma moldeadora o un aceite y trabájalo bien por todo el cabello, desde la raíz hasta las puntas.
-Deja secar el pelo al aire. Si no te es posible, utiliza el difusor cuidando de no desordenar el rizo. Apaga el secador cuando el pelo esté casi seco y aplica un serum para suavizar la cutícula.
-Masajea lentamente el cuero cabelludo con los dedos para trabajar las raíces, sin tocar ni desordenar el resto del pelo. Si es necesario, utiliza un peine de púas anchas para abrir los rizos más cerrados. Y olvídate del cepillo después de lavar.
Aconsejo: Acondicionador Killer Cuirs Rince de Kevin.Murphy. Acondicionador nutritivo de leche de avena. Evita la perdida de color y refina la textura, dejando unos rizos suaves, brillantes y definidos. También puede ser muy efectivo Curl Manifiesto Champú Bain Hydratation Douceur de Kérastase. Es un champú cremoso hidratante con miel y ceramidas ideal para cabello ondulado y rizado.
Pelo liso y grueso
-Acude al peluquero cada mes y medio para darle un repaso a las puntas, sobre todo si el corte es limpio.
-El cabello grueso suele ser seco y poroso. Utiliza productos de lavado y acondicionados nutritivos. Te vendrá bien un acondicionador sin aclarado. Sin olvidarnos de una mascarilla.
-Seca con toalla y reparte por el pelo una espuma de fijación normal. También puede serle útil un producto que lo proteja del calor antes del secado.
-Una vez esté seco, aplica un producto de brillo, como un sérum, para suavizarlo.
-Rocía con un spray para fijar el resultado y ayudar a proteger el cabello de las agresiones externas.
Aconsejo: Professional Fibre Clinix Tame de Schwarzkopf. La mascarilla anti encrespada es un tratamiento de gran eficacia para cabello grueso, encrespado y rebelde. También es aconsejable la mascarilla capilar No Breaker Bonding Melting Mask de Sebastian. Una mascarilla que repara los signos visibles del daño creando nuevos enlaces logrando un cabello más fuerte suave y brillante.
4 trucos para alargar la vida del color:
1. No abusar del secador ni de las fuentes de calor directo
2. Lavar, siempre, con un champú específico para cabello coloreado y terminar con acondicionador.
3. Optar por productos de acabado de efecto brillo que ayudan a despertar el tono apagado.
4. Usar un champú color cada cierto tiempo, en casa o en la peluquería, para activar el tono.
Si se te cae el pelo...
El más poderoso enemigo del pelo es la caída del cabello, que llega a convertirse en la temida alopecia, o lo que es lo mismo, la calvicie.
Aunque la caída del cabello es un fenómeno completamente natural, éste es uno de los procesos capilares más delicados, que se altera más fácilmente con la acción de los agentes externos e internos. Barómetro de la salud física y psíquica, el cabello acusa cualquier desequilibrio orgánico. Así, el estrés, la fatiga, los trastornos hormonales, una mala nutrición...todo deja una huella visible en el pelo. El pelo pierde brillo, se encrespa, se debilita y cae. Los cambios bruscos de temperatura son una causa importante de la caída excesiva de pelo. Por eso el otoño y la primavera son las épocas más proclives. Las disfunciones endocrinas u hormonales, por ejemplo, durante el embarazo, la menopausia o la lactancia, constituyen uno de los factores esenciales en la pérdida continuada de cabello. Actualmente existen tratamientos de gran eficacia que vienen de la mano de la cosmética: champús, sérums y tratamientos específicos formulados según los diferentes tipos de caída capilar o las causas que lo han provocado. La mayoría de estos productos contienen activos para estimular el crecimiento capilar, frenar la caída y regular el exceso de secreción sebácea.
Tratamientos médicos contra la caída del cabello
-Vitaminas, oligoelementos y aminoácidos. Su prescripción en forma de cápsulas, lociones va encaminada a mejorar la nutrición de los folículos pilosos en diferentes estados carenciales y en caídas estacionales del pelo, especialmente otoño y primavera.
-Laser. Está demostrado un aumento del metabolismo celular y del flujo sanguíneo en la raíz del cabello, lo que transforma un folículo debilitado en uno más sano, impidiendo la caída excesiva del cabello y estimulando su fase de crecimiento.
-Tratamientos quirúrgicos. El injerto capilar consiste en la implantación de grupitos de dos a cuatro folículos capilares, procedentes de las zonas pobladas, a las más carentes de cabello. Los resultados son permanentes, se realiza con anestesia local.
-MesoHair+Insparya. Este tratamiento de - Insparya especialistas en implante capilares -es muy eficaz para estimular la producción de cabello más fuerte y nutrido y prevenir la alopecia. A través de pequeñas inyecciones subcutáneas, totalmente indoloras, se introduce un preparado que promueve la producción del cabello de mayor calidad y resistencia.
Alimentar el cabello
Este es el menú básico para una buena salud capilar:
-Vitamina A. Ayuda a disminuir la caída. Está presente en la yema de huevo, la leche entera, la mantequilla, el hígado y el brócoli, así como en frutas y verduras de color rojo-naranja.
-Vitaminas del grupo B. Actúan sobre el cuero cabelludo. Se encuentran en los cereales integrales, la levadura de cerveza, el huevo o la leche.
-Hierro. Es la clave para no perder el pelo. Lo contienen los berberechos, las hojas verdes oscuras (como los berros o rúcula), las carnes rojas y los frutos secos como las avellanas.
-Minerales como el zinc y los ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6 protegen el cuero cabelludo de caspa y sequedad y se estudia su carencia en casos de caída. El zinc está en las ostras y las pipas de calabaza, entre otros; el omega 6 en el aceite de oliva y omega 3 en los pescados azules.
-Silicio. Fortalece el cabello y se encuentra en cítricos como la naranja, el limón y el pomelo.