De ruta por Tarragona: Un oasis en mitad del desierto

Serra del Montsant. El parque natural, de rutilante belleza, alberga maravillas solo visitadas por quienes reúnen el valor suficiente con que aventurarse en su interior

31 julio 2024 16:38 | Actualizado a 01 agosto 2024 07:00
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Tras la muralla calcárea de la Serra del Montsant, el parque natural alberga maravillas naturales solo visitadas por quienes reúnen el valor suficiente con que aventurarse en su interior. A las dificultades técnicas impuestas por sus pasos o graus han de sumarse recorridos exigentes en lo físico, sobre todo si nos castiga el sol del verano. Sin embargo, todas estas penurias quedan empequeñecidas por la rutilante belleza de los paisajes. De entre todos los iconos del Montsant, es el Toll de l’Ou, un conjunto de pozas naturales, uno de los principales y más conocidos. En la ruta de esta semana, exploramos el camino hasta la remota piscina natural, que bien podría ser considerada la mejor de toda Tarragona.

El Toll de l’Ou, un conjunto de pozas naturales, es uno de los principales iconos

Instrucciones

Nos dirigimos a La Morera del Montsant, punto de partida del itinerario, y estacionamos en las zonas designadas a tal fin. Tomaremos el Gran Recorrido (GR) 171, reconocible por sus bandas rojas y blancas hasta el mismísimo Toll de l’Ou. Así pues, haremos uso del Grau de l’Agnet pese a que cabe la posibilidad de completar la ascensión a través del Grau dels Barrots. La ruta podría parecer fácil a juzgar por la brevedad de sus instrucciones, pero la homogeneidad de los paisajes de la Serra Major, unida a las múltiples bifurcaciones del recorrido, conducen a equívoco con gran facilidad.

Ya en las piscinas naturales, podemos o bien deshacer el camino o bien continuar por el Pequeño Recorrido (PR-C) 14 trazando un círculo que concluirá en La Morera del Montsant. De camino a la localidad visitaremos la hondonada del Clot del Cirer, el Pi del Cugat y el vértice geodésico del Piló dels Senyalets (1.109m), eso si completamos el regreso por el Camí de Montsant o el Grau de la Grallera, que es lo más fácil físicamente.

Dificultad de la ruta

Determinar la dificultad de una ruta ya es de por sí una dificultad. Por suerte, existen escalas de graduación que establecen la dureza a partir de factores observables. El Método SENDIF, creado por la Taula de Camins de l’Alt Pirineu i Aran, sostiene que la dificultad de un itinerario de senderismo depende, por una parte, del esfuerzo físico que este supone y, por otra parte, de los obstáculos del camino. Desde el punto de vista de la dificultad, esta ruta es de dureza exigente por sus 11,94 kilómetros de distancia y metros desnivel positivo o subida, que en conjunto resultan en un itinerario de 5 horas de duración. A esta previsión se le deberían sumar las paradas y considerar las más que posibles confusiones a la hora de navegar por el sendero correcto.

$!El camino del Gran Recorrido (GR). FOTO: S. García/R. Julbe

Las pozas de Tarragona

Con la llegada del verano, son muchas las personas que fantasean con escapar del calor dándose un baño en nuestras montañas. Lo cierto es que las piscinas naturales que alberga la montaña tarraconense se cuentan por decenas. Son sobradamente conocidos els Gorgs de La Febró, el Toll de l’Olla o el Niu de l’Àliga, pero no lo son tanto el Toll dels Arenals, el Toll de la Manugra o Les Tosques de Capafonts. Este repaso evidencia que, cuanto más fácil y breve sea el camino hasta el área de baño, más concurrido estará el lugar, tal y como sucede en el Toll del Vidre o el Toll Blau, en el Parc Natural dels Ports. He ahí la magia del Toll de l’Ou: si bien existe un itinerario más asequible que el presentado en esta ocasión, la apariencia inexpugnable de la Serra del Montsant ahuyenta a los menos experimentados en la naturaleza.

En cualquier caso, las playas de Tarragona no están reñidas con el senderismo, al contrario: los caminos de ronda nos permiten compaginar el baño con la actividad física. Si además escogemos algunos de los más bellos, como el que une l’Ametlla de Mar con l’Ampolla, descubriremos una infinidad de calas, entre las que se cuenta la Cala del l’Illot.

El Toll de l’Ou

De nuevo estamos ante un lugar cuyo nombre nos invita a preguntarnos el porqué de su denominación. Como en el Clot del Cirer, encontramos la respuesta en el libro Amb penyals d’un blau cansat de Ramon Amigò. El escritor reusense constata que la nomenclatura proviene de la modernidad, pues en documentos anteriores al 1929 no aparece mencionado en la forma en que lo conocemos. Sí hay referencias, en cambio, a Els Gorgells o Les Cadolles dels Pèlecs, apodos que Amigó concluye que aluden al Toll de l’Ou. En lo que respecta al vocablo «huevo», especula con que el nombre podría atribuirse o a la coloración blanquecina de sus piedras o, incluso, a la modificación de un antropónimo que ha caído en el olvido; luego, no hay una respuesta concluyente.

Más información
Distancia: 11,94 kilómetros
Desnivel positivo: 698 metros
Dificultad física: Exigente
Duración: 5 horas

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