La discoteca Pacha La Pineda ya no abrirá más sus puertas. Así lo ha confirmado al Diari Jesús Solà el administrador de la sociedad Ocio a Tope SL, que gestiona este local de marcha nocturna situado en la plaza de la Cançó Catalana. La concesión de esta discoteca concluye en diciembre de 2022, pero no agotará el plazo ante la inversión económica que debería hacer frente para que recibiera de nuevo el permiso para su apertura.
«Para abrir de nuevo Pacha La Pineda deberíamos tener un mínimo de cinco años más de licencia de actividad y como no es el caso, y el Ayuntamiento no está por la labor de prorrogar la concesión, ya no abriremos más la discoteca», se sincera Jesús Solà, que confirma la rumorología que se había extendido hace unas semanas ante la posibilidad de reabrir las discotecas por parte del Procicat.
La discoteca con mayor aforo de la zona central de la Costa Daurada cerró puertas antes del Estado de Alarma decretado por el Gobierno a raíz de la pandemia. Y desde entonces no ha vuelto abrir ni tampoco a intentarlo.
Las restricciones sanitarias impuestas en las diferentes fases marcadas por la Covid19 impedían reabrir este local de marcha nocturna, que en sus épocas doradas llegaba a reunir hasta un máximo de 4.000 personas y dar trabajo a 150 personas, recuerda Solà.
Hoy, con un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) de por medio, ya solo quedan media docena de personas pendientes de liquidar su contrato (confirma Solà). Con el finiquito de estos trabajadores se pondrá fin de las famosas ‘cerezas’ de La Pineda y por extensión de la provincia de Tarragona.
En Catalunya quedarán tres discotecas con esta marca famosa en todo el mundo: en Sitges, la originaria, Barcelona y Lleida. Y en el resto de España y el mundo quedarán 20 locales, siendo posiblemente la discoteca Pacha de Ibiza la más reconocida internacionalmente por el elenco de famosos y DJ’s que han pasado desde 1973, años de su apertura, y que cada verano reúne a una gran variedad de famosos.
El nacimiento en 1991
La discoteca Pacha La Pineda se inauguró en 1991, recuerda Solà. Este verano cumpliría su trigésimo aniversario. Sus orígenes vienen marcados por un proyecto turístico singular y de primer orden que se instalaba en La Pineda. Allí había nacido poco antes un parque acuático (Aquopolis) y un frontal marítimo con diferentes ambientes de ocio nocturno (Pineda Drink).
A lo largo de los años, Pineda Drink terminó desapareciendo como oferta nocturna en el paseo Pau Casals por diferentes factores dejando como única referencia de la marcha la discoteca Pacha. La presencia de gente conocida y de los diferentes estilos de música terminaron por hacer de este local un referente de las noches veraniegas, tanto para el público nacional como los turistas, siendo posiblemente el mercado francés el que más fiel era a la Pacha LaPineda.
Si la discoteca fue un punto de referencia de la provincia y del turismo que llegaba cada verano en la Costa Daurada, también se convirtió en un problema de decibelios con los vecinos próximos a la plaza de la Cançó Catalana y calles aledañas. El exceso de ruido de las fiestas temáticas del interior de la discoteca sí eran responsabilidad de Pacha La Pineda, pero también existían problemas en la salida, en la zona del aparcamiento y aledaños. Allí el exceso de ruido de los que nunca terminan la fiesta se combinaba con otros hechos que empañaban el ocio nocturno (trapicheos de drogas, peleas....).
Con todos estos problemas añadidos y cada vez más reiterativos, ya se conocía que la concesión de la discoteca no se renovaría una vez terminaran los 30 años firmados.
Y menos cuando el actual gobierno de Vila-seca tiene claro que quiere hacer un punto y aparte en esta zona, donde tanto Aquopolis como Pacha terminan su concesión entre diciembre de 2022 (la discoteca) y mediados de 2023 (Aquopolis).
Solà admite que ha habido siempre un trato cordial con el Ayuntamiento y que están buscando una alternativa a Pacha. No será una discoteca con esta marca, sino algo diferente.