Primera crisis metropolitana tras el choque entre Tarragona y Vila-seca por la intermodal

Pere Segura deja en ‘stand by’ el trabajo del nuevo ente con el apoyo de Valls. Reus se desmarca de Viñuales, quien critica que la futura estación se construya «en medio de la nada»

10 abril 2025 21:26 | Actualizado a 10 abril 2025 21:46
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La futura Àrea Metropolitana de Tarragona ya tiene su primera gran crisis. ¿El motivo? La ubicación de la futura estación ferroviaria intermodal, que pese a estar prevista en el término municipal de Vila-seca, ahora la ciudad de Tarragona pide al Gobierno Central que la construya en el entorno de la Horta Gran para «ganar centralidad» respecto a la dibujada inicialmente con el consenso mayoritario del territorio.

La propuesta de Tarragona, elaborada en el marco de redacción del nuevo Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM), contempla que el equipamiento vaya en la zona entre la carretera de València, la A-27 y la T-11, cerca de los terrenos del Tritón, con un ramal de 15 kilómetros que discurriría en paralelo al Francolí.

«Dejamos los grupos de trabajo hasta que no se recupere la confianza y la generosidad inicial»

Pere Segura

Alcalde de Vila-seca

Tras conocer esta noticia, el alcalde de Vila-seca, Pere Segura (Junts), hizo saltar la banca. Su consistorio deja de forma «inmediata» los siete grupos de trabajo del Àrea Metropolitana «hasta que no se recupere el clima de confianza y de generosidad inicial entre las ciudades del grupo impulsor», indicó el máximo representante de Vila-seca en una comunicación enviada a la Diputació.

«Un Ayuntamiento que cree en el Àrea Metropolitana no puede trabajar sin tener en cuenta el consenso y la confianza con el resto de municipios», afirman fuentes del consistorio del Tarragonès, que esperan que la situación se reconduzca para tener un «debate en profundidad, tanto de los objetivos como de los beneficios para el territorio, con una mirada estratégica a largo plazo».

Asimismo, las fuentes de Vila-seca resaltan que su reacción se produce «en clave general» ante las «diversas informaciones que afectan a temas de movilidad y de infraestructuras ferroviarias en general».

TGN: «Dos millones de viajeros»

Posteriormente a hacerse público el enfado de Vila-seca reaccionó Tarragona. Ayer, el alcalde Rubén Viñuales enfatizó que Tarragona «cuenta con 2 millones de usuarios de transporte», y que «más de la mitad de los 1,5 millones de usuarios de la actual estación del AVE son de la ciudad». Por ello, considera «esencial» que la futura estación esté «donde vive la gente».

«Será un error como el de la estación de Alta Velocidad: se quiere poner en medio de la nada»

Rubén Viñuales

Alcalde de Tarragona

Por ello, el alcalde critica la planificación original de la estación intermodal, «ideada a inicios de los años 2000» para conectar los aeropuertos de Reus y Barcelona, pero que –según sus palabras– derivará «en un error similar al cometido con la estación de Alta Velocidad del Camp de Tarragona, ubicada en un entorno despoblado y lejos del núcleo urbano». «Hace 19 años que sufrimos una estación donde no está el grueso de la población. Y donde se quiere hacer ahora la estación intermodal no es el aeropuerto, sino que está en medio de la nada», indicó.

Llauradó:«Confianza y consenso»

La alcaldesa de Reus, Sandra Guaita (PSC), se desmarca de Tarragona y defiende la estación en Vila-seca. «Es un proyecto trabajado y consensuado con el territorio, y pactado con la Generalitat y el Estado, que ya tiene fecha prevista de inicio de obras para 2026», explicó Guaita. Y añade: «además, a través del tranvía, garantiza la conexión de la alta velocidad con el aeropuerto de Reus, en igualdad de condiciones con Girona». La alcaldesa habló también en términos de «confianza» y «lealtad». Considera que la movilidad debe dibujarse «con lealtad y una mirada amplia y generosa, con visión de territorio».

«La movilidad debe dibujarse con lealtad y una mirada amplia y generosa con visión de territorio»

Sandra Guaita

Alcaldesa de Reus

En medio de todo este temporal, la presidenta de la Diputació, Noemí Llauradó (ERC), defiende que los municipios del Grup Impulsor del Àrea Metropolitana «son plenamente soberanos» para «tomar sus decisiones». Pese a ello, la dirigente republicana enfatiza que «la confianza y el consenso son valores fundamentales» de este grupo. Por su parte, fuentes del Govern afirman que su línea «siempre es llegar a un consenso con todos los municipios».

Klein: «Política de campanario»

Entre los municipios, Valls es el que más se mojó. Y lo hizo por Vila-seca. La alcaldesa de la capital del Alt Camp, Dolors Farré (Junts), considera que el movimiento «unilateral» del alcalde Rubén Viñuales (PSC) «no es de recibo». «Cuestiones relativas a infraestructuras tan importantes y que no afectan solo a un municipio deben poder hablarse y debatirse en los foros que toca, con respecto institucional y nunca con posicionamientos que se hacen públicos a través de los medios de comunicación», indica Farré.

El Consell Comarcal del Tarragonès apela «al diálogo» para que este «desencuentro puntual» se «salve sin problemas», indica el presidente, Salvador Ferré (PSC). Asimismo, Salou «estudia la situación» y Cambrils se ofrece para ser la sede permanente de la oficina técnica del futuro ente y pide «huir de las políticas de campanario», según indica el alcalde, Oliver Klein (NMC). Los fantasmas del siglo XX sobrevuelan la gran apuesta territorial de la próxima década. La única diferencia es que ahora las crisis son metropolitanas.

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