Los vecinos del núcleo del pueblo de Calafell vieron alarmados como se intentaba instalar un antena de comunicaciones 5G sobre una casa de la zona y se movilizaron para intentar evitarlo.
Señalaron que el núcleo del pueblo tiene un plan de protección paisajístico y que ese elemento, con una altura de seis metros, trastocaba toda protección visual del entorno. Además del recelo que todavía provocan este tipo de antenas sobre la salud.
La movilización vecinal con denuncias y recogiendo firmas logró en un primer momento paralizar la instalación de la antena para la que el propietario de la vivienda, en la calle Principal, había dado permiso.
Primera parada
En esos momentos iniciales de la instalación ya lograron paralizar la acción porque para la colocación debía pasar sobre otras propiedades que no habían dado la necesaria autorización.
La operadora que pretendía colocar la antena había presentado en el Ayuntamiento una notificación previa por la que con esa comunicación ya logra la licencia para la instalación.
Sin embargo al estar la casa en una zona de protección paisajística el Ayuntamiento tiene capacidad para evitar la colocación. Incluso para hacerla retirar si se hubiese colocado.
No habrá permisos
Y es que la antena quedaría en una zona de casco antiguo muy visible desde el castillo y el plan general pretende liberarla de esas afectaciones visuales.
El alcalde de Calafell, Ramon Ferré, ya ha advertido que no habrá autorización argumentado la protección paisajística. Según se ha podido saber el Diari, el dueño de la casa donde iba a ir la antena también ha renunciado a su instalación.
Un riesgo es hubiese podido tener que indemnizar a la operadora ya que había dado una autorización previa. Pero expertos en el tema señalan que no hará falta esa compensación ya que el Ayuntamiento denegará la instalación por los motivos paisajísticos.