Israel volvió a bombardear intensamente este domingo los suburbios meridionales de Beirut, conocidos como el Dahye, después de que el Ejército israelí ordenara la evacuación de varios puntos de esta castigada zona ubicada a unos seis kilómetros de la capital libanesa, convertida ahora en un extrarradio fantasma.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó de que Israel lanzó al menos dos ataques aéreos contra el Dahye, uno de los cuales tuvo como objetivo «un edificio residencial» en la zona aledaña a una mezquita y al hospital Bahman de Haret Hreik, uno de los blancos más recurrentes de la aviación israelí.
«A primera hora de esta mañana (domingo), las Fuerzas del Aire han llevado a cabo un ataque basado en información de inteligencia contra un centro de mando del cuartel general de la inteligencia de Hezbolá y un taller subterráneo de armas en Beirut», recogió hoy un comunicado del Ejército israelí que confirma el bombardeo.
Este bombardeo fue realizado poco después de que el portavoz del Ejército israelí para la prensa árabe, Avichay Adraee, advirtiera a los residentes de Haret Hreik y de Hadath, en el Dahye, que evacuaran los edificios de la zona «inmediatamente» y se alejaran a una distancia no inferior a los 500 metros.
Según el portavoz, en esos edificios se encontraban «instalaciones e intereses» del grupo chií libanés Hizbulá, el principal pretexto utilizado por las Fuerzas Armadas de Israel para golpear barrios residenciales en diferentes puntos del Líbano.
Este es el segundo ataque en dos días contra el Dahye, una zona severamente castigada desde el inicio de la campaña de bombardeos masiva iniciada por Israel contra diferentes puntos del Líbano el pasado 23 de septiembre.
Precisamente en ese extrarradio fue donde Israel asesinó al líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, en un bombardeo sin precedentes y sin previo aviso que causó la destrucción completa de varios edificios residenciales, lo que provocó a su vez que la inmensa mayoría de los vecinos del Dahye abandonaran el suburbio hacia zonas más seguras.
En un año de hostilidades entre Israel y Hizbulá, más de 2.400 personas han muerto solo en territorio libanés -la mayoría de ellas en el último mes- y más de 1,2 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares para huir de la violencia, lo que ha provocado una crisis humanitaria en el país mediterráneo.