Metaverso. También metaversos, en plural. Un concepto que vuelve a sonar con fuerza en el mundo del marketing y la comunicación, y que se ha incluido entre las tendencias tecnológicas que marcarán este año. El punto de ignición lo desencadenó a finales del pasado mes de octubre Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, al anunciar que su red social pasaba a llamarse Meta y que su visión del futuro es que vamos a pasar muchas horas en el metaverso, un mundo virtual en 3D donde podremos interactuar con otras personas, espacios y objetos virtuales a través de un avatar que nos representa (ver informaciones anexas con definiciones ampliadas de conceptos).
En el metaverso tendremos momentos de ocio, pero también podremos trabajar, formarnos, socializar o consumir bienes y servicios digitales. No es un concepto nuevo, y algunos de los metaversos más antiguos, como Second Life, remontan sus orígenes incluso a antes de la fundación de Facebook y la efervescencia de las redes sociales. La diferencia es que ahora, aseguran los tecnólogos, la tecnología sí está madura para hacer posible llevar el metaverso al gran público (y con él a los grandes mercados de consumidores) en un plazo razonable de tiempo, que puede situarse entre los próximos cinco y diez años.
Oficinas bancarias y visitas inmobiliarias inmersivas son opciones en el metaversoUn informe de Bloomberg Intelligence publicado el pasado mes de diciembre cifraba en 800.000 millones de dólares el valor global del metaverso en apenas dos años, para alcanzar los 2,5 billones de dólares en 2030, asegurando que «el metaverso es la próxima gran plataforma tecnológica». En la carrera por posicionarse como referentes entre las plataformas que darán acceso a las nuevas generaciones del metaverso no solo encontramos a Facebook (ahora Meta), sino a gigantes tecnológicos como Apple, Alphabet (Google), Microsoft, Nvidia, Sony, Tencent o Alibaba.
La lucha soterrada se multiplica, y evoca recuerdos, de nuevo, de la fiebre que se vivió a mediados de la década del 2000 con la entrada de empresas y marcas en el entonces pujante metaverso de Second Life.
El resultado son operaciones inmobiliarias millonarias de terrenos virtuales en metaversos como Decentraland, fábricas gemelas del grupo BMW en la plataforma Omniverse de Nvidia -con las cuales probar procesos y productos en condiciones ‘idénticas’ a las de la fábrica física, para trasladar hasta ella los resultados más exitosos-, venta de artículos de moda en formato NFT por parte de marcas como Nike, Vans, Balenciaga, Gucci, Louis Vuitton o Burberry... Incluso fondos de inversión ETF especializados en el metaverso.
Glosario de términos:
- Metaverso: Un metaverso es un mundo virtual persistente 3D en el que, a través de un avatar que nos representa, podemos interactuar con otras personas, espacios y objetos virtuales, realizando muchas de las acciones que llevamos a cabo en el mundo físico, tales como formarnos, trabajar, socializar, jugar o consumir bienes y productos. El concepto, acuñado en los años noventa del siglo pasado, ha tenido a lo largo de estas décadas muy diversas experiencias, con casos relevantes como el de Second Life, uno de los metaversos más antiguos, creado en junio de 2003.
- Avatar: Un avatar es una representación digital de nosotros, mediante la que podemos interactuar en un metaverso con otras personas, espacios y objetos. En la nueva generación de mundos 3D en creación, la velocidad de procesamiento y de transferencia de datos, así como los nuevos dispositivos ciberfísicos (tales como trajes de Realidad Virtual), permitirán experiencias cada vez más inmersivas y realistas.
- Token: Un token (’ficha’, en inglés) es una unidad de valor basada en criptografía, emitida de forma privada en una plataforma blockchain. Un token puede ser fungible, como las criptomonedas, pero también no fungible (ver la información sobre NFT).
- Web3: La Web3 (también Web 3.0) es, a grandes rasgos, una evolución de la Web 2.0 (que evolucionó a su vez la Web 1.0 con la eclosión de las redes sociales y las aplicaciones móviles), basada en tecnología blockchain y más descentralizada.
- Realidad Mixta: La Realidad Mixta cruza la Realidad Virtual con la Realidad Aumentada, y está llamada a tener un papel destacado en los metaversos más inmersivos. Es la propuesta que algunos tecnólogos especulan que presentará Apple este año cuando dé a conocer su visión del metaverso. Mediante un dispositivo avanzado de Realidad Mixta, un usuario podrá tener una experiencia inmersiva como la que poporcionan los equipos de Realidad Virtual, añadiéndole la realidad física enriquecida de la Realidad Aumentada y con capacidad para interactuar en ambos entornos.
- NFT: Un NFT (Non-Fungible Token) es, como indica su nombre en inglés, un token que no se consume con el uso (ver la definición adjunta sobre tokens). A día de hoy, se trata principalmente de creaciones artísticas, pero se pueden encontrar también en forma de bienes como moda (Vans, Balenciaga o RTFKT, propiedad de Nike, están vendiendo artículos en formato NFT) o propiedades inmobiliarias en metaversos como Decentraland.
- Blockchain: Una blockchain (cadena de bloques, en inglés) es una base de datos distribuida, formada por cadenas diseñadas para evitar la modificación una vez que un dato ha sido publicado. Es lo que, en los metaversos, hace posible las identidades digitales y la interoperabilidad entre metaversos.
- 6G: La sexta generación de conectividad móvil, la 6G, que sustituirá a la todavía incipiente 5G, promete velocidades de transmisión y tiempos de latencia muy superiores a los que ofrece la 5G. Es la base sobre la que despegarán los metaversos más inmersivos y realistas, y se calcula que puede empezar a implantarse entre 2026 y 2028.
¿Hasta qué punto el metaverso, tal y como señalan análisis como el de Bloomberg Intelligence, es la próxima gran plataforma tecnológica o, por el contrario, se trata del nuevo hype (expectativa hinchada) del momento? Jordi Duch, profesor de Computer Science en la Universitat Rovira i Virgili (URV) y adjunto a la rectora para Tecnologies de la Informació i la Comunicació, admite que «realmente me cuesta ver que sea alguna cosa nueva».
«El boom del metaverso -prosigue- ahora es por Mark Zuckerberg, pero hace tiempo que evoluciona con juegos como Fortnite o plataformas de juegos como Roblox. Estamos creando mundos virtuales desde hace muchos años, con espacios de interacción donde jugamos, aprendemos... que van evolucionando. Donde para mí está la diferencia entre lo que tenemos ahora y lo que teníamos hace quince o veinte años es en la madurez tecnológica, que hace que esas experiencias sean muy reales y cercanas».
Falta, en su opinión, un último empujón. «Tenemos la madurez tecnológica -explica-, porque todos tenemos móvil, pero con el móvil no conseguiremos la complejidad del metaverso, que es una evolución de Internet donde las cosas suceden. Para ello necesitamos una tecnología todavía no aceptada por la sociedad, que es la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada».
«En uno o dos años, Apple explicará su concepción del metaverso» - Jordi Duch, URV«Antes -prosigue en alusión a esta tecnología-, estos dispositivos valían miles de euros. El casco de Realidad Virtual podía costar perfectamente 800 euros, y el ordenador que necesitaba tener detrás unos 3.000 euros más. Pero desde que Facebook adquirió Oculus, ya no necesitas más dispositivos, y el coste baja hasta los 200 o 300 euros, que ya es una cifra aceptable».
No cree, sin embargo, que Facebook (ahora Meta) vaya a dar la señal de salida definitiva en esta presumible fiebre del metaverso. «Por mucho que haya salido Zuckerberg y haya provocado el hype, hace tiempo que se está construyendo, y hay que ver qué deciden hacer Apple, Google-Alphabet y Microsoft, que todavía no se han pronunciado. En uno o dos años, Apple explicará cuál es su concepción del metaverso, y si estas tres compañías consiguen sacar al mercado dispositivos como sucedió con el smartphone de Apple, el metaverso lo veremos consolidado en cinco o seis años».
Un mercado inmobiliario a base de NFT
Decentraland es hoy uno de los metaversos más populares del mundo. Destaca su mercado de NFT (tokens no fungibles) donde, entre otros bienes y productos, particulares y fondos de inversión compran y venden terrenos mediante la blockchain de Ethereum.
Ferran Lalueza, profesor de Ciències de la Informació i de la Comunicació de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), coincide en que «si estamos hablando ahora del metaverso es porque el señor Mark Zuckerberg salió a la palestra y dijo que se lo jugaba todo a esta carta. Y eso es una operación ‘cortina de humo’ en el peor momento de reputación de Facebook, tras el apagón de todas las plataformas del grupo y las revelaciones de la ex directiva Frances Haugen».
«Este 2022, muy probablemente veremos anuncios en este campo» - Ferran Lalueza, UOC«Es obvio -prosigue Lalueza- que si el metaverso no es algo innovador ni inminente, porque los más optimistas lo sitúan en cinco o diez años, la única explicación es que Zuckerberg quería aprovechar esta noticia para distraer la atención». Dicho lo cual, la tendencia de fondo estaba ahí, y lo que hizo el anuncio de Zuckerberg fue abrir «una especie de carrera, dando un poco el mensaje de ‘tonto el último’. Y aquí, el tema del posicionamiento es fundamental».
«A partir del anuncio de Zuckerberg -añade este profesor de la UOC-, quien no evidencie que está trabajando en esta línea parte con desventaja, con lo cual en este año 2022 muy probablemente veremos anuncios en este campo».
«¿Será un metaverso, tal y como propone Zuckerberg, o serán muchos?», se pregunta Lalueza. «En mi opinión -responde- serán unos cuantos, y el metaverso será diferente a lo que nos vendió Zuckerberg. Porque, si alguien consiguiese concentrarlo todo en un solo metaverso, dudo que fuese un perfil como el de Zuckerberg, por un tema de reputación». Queda la cuestión de «la interoperabilidad entre metaversos, y que puedas encontrarte con Tik Tok e Instagram en una misma plataforma, con cierta sintonía en esta industria y estableciendo unos estándares».
«El gran límite de la Realidad Virtual hasta ahora -observa Jordi Duch, de la URV- han sido los contenidos. La gente no entraba [en el metaverso] porque no había contenidos, pero eso ahora está cambiando. Hoy cada vez hay más contenidos y más ricos».
«La entrada fácil al metaverso -reconoce- es el ocio, y ahora hay que pensar cómo tendrá sentido para las empresas. Por ejemplo, una entidad bancaria puede abrir una oficina digital, con la experiencia completa de un banco, o puedes ofrecer visitas virtuales a pisos, guiadas por un promotor, donde tú puedas ver físicamente el tamaño de la bañera. Se trata de que, quien conozca su negocio, sea capaz de ver qué le ofrece la tecnología a ese negocio».
Una planta de BMW en el Omniverse de Nvidia
En abril del año pasado, el grupo BMW presentó su primera fábrica virtual (gemela a una de las que tiene en el mundo físico) en la plataforma Omniverse desarrollada por Nvidia. Allí, este grupo automovilístico experimenta procesos que luego traslada al mundo físico.
En este punto, la blockchain marca una diferencia, y hace posible hoy, entre otras cosas, la confiabilidad de estas transacciones, pero también la identidad digital. Así lo ven desde el Centre Blockchain de Catalunya (CBCat), que recientemente presentaba en sociedad su propio metaverso, el CatVers.
Quize Salomó, presidente ejecutivo del CBCat, explica que el primer objetivo de este centro, impulsado hace poco más de un año por la Cambra de Comerç de Barcelona y el Departament de Polítiques Digitals de la Generalitat de Catalunya, es «que Catalunya se dote masivamente de blockchain, que es una tecnología facilitadora, igual que el vapor lo fue para la Revolución Industrial. La blockchain es una tecnología que posibilita la transformación digital».
«La blockchain te permite dar valor al metaverso y generar una economía en él» - Quirze Salomó, CBCat«¿Por qué desde el CBCat decidimos entrar en el mundo del metaverso?», prosigue Quirze Salomó. «Porque el metaverso -razona- nos ayuda a evangelizar el país en la tecnología block-chain. Lo que te permite la blockchain es estructurar los metaversos y darles valor, generando una economía dentro de este espacio».
Y el momento para su despegue, en su opinión, es ahora. «La humanidad lleva dos décadas construyendo una realidad paralela -explica-, y los dos últimos años han hecho que esta realidad empezase a aflorar. La pandemia ha acelerado el social gaming, la blockchain y la Web3, y el metaverso es algo que habría sucedido tanto con Zuckerberg como sin él».
«Pero nos hemos dado cuenta -añade- de que la gran oportunidad está en que esta nueva realidad se conquista con creadores y desarrolladores, y Catalunya está llena de ellos. Hay muchísimas oportunidades, y los límites son la imaginación. Hay oportunidades para arquitectos y artistas, pero el metaverso también se podrá usar de manera óptima para educar. Es posible construir un campus universitario en él, y hay muchos negocios que se trasladarán a estos nuevos mundos donde puedes tener una experiencia muy inmersiva».
«El gran reto -destaca Quirze Salomó- es la interoperabilidad entre metaversos. Es decir, que tú puedas ir (o teleportarte) de un metaverso a otro junto con tus cosas. Con lo cual, aparte de tokenizar o monetizar estos metaversos, la blockchain servirá para hacer posible la identidad digital. Y cuando tú te encuentres con alguien en un metaverso que por ejemplo te dice que es licenciado en filología árabe, estará certificado por la blockchain con sus credenciales, y no hará falta que te diga cómo se llama».
«Este año -vaticina- veremos un dispositivo de Apple en el mercado, y eso será un salto muy grande, pero tampoco hay que despreciar lo que puedan sacar los asiáticos. En tres años, veremos un salto, seguro, y cualquier actividad digital que se esté llevando a cabo en la Internet evolucionará hacia aquí, pero también nacerán nuevas actividades que en la Internet 2D tienen dificultades y en la 3D tendrán oportunidades».
El nuevo CatVers: Catalunya en el metaverso
El nuevo CatVers, el metaverso catalán impulsado por el CBCat (Centre Blockchain de Catalunya), se presentó esta semana en su versión 1.0 con la voluntad de situar a Catalunya en la vanguardia de la creación de metaversos, que según algunas proyecciones experimentará una explosión creativa en los próximos cinco años. Está previsto que la versión 3.0 del CatVers se lance en octubre de este año.
Javier de Ramon, director del Máster en Big Data y Business Analytics de ESIC Business & Marketing School en Barcelona, coincide en que se abren nuevas oportunidades, pero se muestra algo más prudente sobre la inminencia del salto tecnológico.
Aunque admite que, desde el nacimiento de Second Life hace casi dos décadas, «tecnológicamente hemos cambiado muchísimo, y también socialmente, con el boom de las videoconferencias y el teletrabajo», enmarca el momento del debate sobre el metaverso en que «Facebook decide cambiar su nombre por Meta, con diversas interpretaciones para ello, de las cuales una puede ser un ejercicio marquetiniano dentro de un rebranding de la marca».
«En unos meses este ‘boom’ comunicativo bajará, pero el proceso continuará» - Javier de Ramon, ESIC«De lo que nos habla el concepto del metaverso, que se remonta al año 1992 -prosigue De Ramon-, es de tener un ‘yo’ conectado al mundo físico y digital donde los humanos vivimos experiencias similares. Eso supondría que el avatar tuviese tus gestos y comportamiento, y es algo que, a día de hoy, no hemos alcanzado. Nos falta todavía una infraestructura de comunicaciones, componentes de hardware, cuestiones de políticas de privacidad de datos... hay muchos temas que hay que resolver y no se han resuelto».
«Faltan años todavía para que las interacciones digitales sean mucho más cercanas a las experiencias físicas», insiste este profesor de ESIC, que no niega, sin embargo, esas oportunidades económicas que se atisban. «Hay nuevos productos -destaca-, y si tenemos un avatar, lo tendremos que vestir. Ya hay marcas como Nike que diseñan ropa y complementos para tu avatar, y también arquitectos y diseñadores que están trabajando en el metaverso. Es un mundo en el que muchos trabajos se pueden replicar».
Cinco Años: Los tecnólogos sitúan entre los 5 y los 6 años el horizonte en el que veremos consolidado el metaverso«Hay muchas oportunidades culturales -prosigue-, ferias virtuales con modelos de pricing diferentes... por no hablar de los espacios publicitarios, que como mínimo se están duplicando en el metaverso, porque no sabemos si seremos la misma persona en el mundo digital. Imagina lo que supone para el marketing si ahora le pones un mundo digital donde todo queda registrado».
«Si hay una burbuja o no -reflexiona Javier de Ramon-, lo veremos cuando estalle o no. Dicho esto, Catalunya ya hace muchos años que trabaja en ser un referente tecnológico, y es una oportunidad que hay que aprovechar. Entiendo que esto es lo que se está haciendo, por ejemplo, con el CatVers. ¿Que esto va en serio? Sí. ¿Que no se detendrá y tiene muchas ventajas, por ejemplo en educación? También. ¿Que este es el momento? Depende».
«Si tú eres una empresa -responde De Ramon- que todavía no estás en un momento de maduración digital, preocúpate de las cosas del día a día: datos, etcétera. Pero, estratégicamente, estamos hablando de cinco o seis años vista. Así que, si estás muy madura digitalmente, entonces sí, mira qué hay por ahí. Con la excepción de ‘he tenido una idea y quiero explorarla’. Entonces sí, adelante. Seguramente todo esto es un boom comunicativo que en unos meses bajará, pero el proceso continuará».