A principios de abril de 2023, Nuria Castán sufría uno de esos episodios vitales en los que uno vuelve a nacer. La rider reusense sobrevivía a una avalancha de 250 metros de longitud mientras se dirigían al punto de salida de la competición que correspondía a la tercera prueba del Challenger que daba acceso al Freeride World Tour en Verbier (Suiza).
Los servicios de emergencia la consiguieron rescatar a tiempo y su testimonio todavía pone los pelos de punta al leerlo: «Tengo mucha suerte de poder decir que he sobrevivido a una avalancha de 250 metros de longitud y a estos intensos 10 minutos enterrada boca abajo. Resulta difícil de creer todo el que ha pasado y que físicamente solo haya resultado con un golpe en el codo, dolor muscular y dos dedos congelados, puesto que perdí los guantes durante los hechos. Gracias al equipo de seguridad y, sobre todo, a las riders que estaban alrededor que actuaron rápidamente y de manera muy eficaz que me pudieron rescatar a tiempo. Esta desagradable experiencia siempre ha sido una de mis miedos más grandes, y finalmente se he convertido en realidad, no lo deseo a nadie y espero que no vuelva a pasar. Toca procesarlo a pesar de apreciar esta suerte de tener una segunda vida. Volver a nacer».
De aquello ya ha pasado casi un año y Castán no solo ha superado las lesiones provocadas por aquel grave incidente sino que ha vuelto a competir, exhibiendo el mejor estado de forma que se le recuerda. Castán compite este año de nuevo en la categoría de snowboard del Freeride World Tour (FWT) y lo hace a un nivel de vértigo. La reusense llegó a liderar la clasificación y está en sus manos convertirse en la primera deportista española en alcanzar la cima en esta modalidad deportiva. Opciones hay.
La rider reusense ganó la primera prueba disputada de la máxima categoría en la presente temporada, la Verbier Pro, disputada a finales de enero, y donde se impuso a las francesas Anna Martínez y Estelle Rizzolio. No se trata de la primera gesta histórica de la snowboarder (liderar la general de la prueba de freeride snowboard más importante del mundo), puesto que ella misma rompió la barrera siendo la primera española en disputar esta extrema disciplina, así como también en ganar la primera competición júnior y la primera qualifier.
Castán celebró aquella victoria y dejó una reflexión para el tintero. No fue solo un triunfo deportivo, fue un triunfo vital porque regresó al lugar en el que casi pierde la vida para salir victoriosa y triunfal: «Para mí esto iba más allá de la competición, era un reto personal de mi lucha interior y miedos de enfrentarme nuevamente a este lugar y no podría estar más feliz de que todo haya sucedido como sucedió y agregar al libro un buen recuerdo en Verbier. Los miedos son nuestros límites y los límites los marcas tu».
Este fin de semana, Castán ha vuelto a la competición para disputar la segunda prueba de la Freeride World Tour en Canadá. A diferencia de lo vivido en Suiza, Castán no ha podido saborear el triunfo y ha perdido el liderato. La reusense no ha podido repetir la heroicidad del Verbier Pro y mantenerse de amarillo, sufriendo una caída en la parte inicial de su bajada al golpear unas rocas. Pero mostró su determinación al levantarse y terminar la línea de manera agresiva, incluyendo varios saltos.
Castán está aprovechando la oportunidad que le dio la vida de volver a nacer. Trabaja y compite para hacer historia personal y para el deporte español. Quiere ser la primera mujer del país en conquistar el Freeride World Tour en la categoría de snowboard. De momento ha conseguido liderarlo, pero ahora deberá pelear por recuperar el liderato tras la segunda cita. Es capaz de eso y más. La reusense es un ejemplo vital. Caer está permitido, levantarse es obligatorio.
Núria Castán ha hablado abiertamente del trauma que sufrió tras la avalancha y que ir a terapia ha sido la clave para poder superar ese miedo generado.