Aprender y disfrutar del arte, el patrimonio y la cultura sin moverse del aula. A través de la tecnología 360 y de gafas de realidad virtual, los alumnos y alumnas de quinto y sexto de primaria de la Escola Roc Llop i Convalia de Miravet (Ribera d’Ebre) han sorteado los más de 60 kilómetros que separan la localidad de la Casa Canals de Tarragona. ¿Cómo? Echando mano de los últimos avances tecnológicos. Así han podido adentrarse en el centro cultural sin salir del colegio. Una innovadora experiencia educativa que, en definitiva, hace la vida más fácil.
Además de Miravet, la prueba piloto liderada por la URV, con el apoyo de la Diputació de Tarragona, ha contado con la participación de otras escuelas de las Terres de l’Ebre implicadas en el proyecto RuralCatLab: Masdenverge, Riba-roja d’Ebre, Rasquera y la Palma d’Ebre. En las últimas semanas, los centros han realizado un tour por diferentes espacios, como el Museu del Port de Tarragona y el Serrallo.
Aunque todos y todas han nacido con la tecnología debajo del brazo, los nervios entre los estudiantes de Miravet, al tener entre las manos el último modelo de gafas Pico VR, estaban a flor de piel. «Veo a Carles, pero no escucho nada», comentaban el día de la prueba piloto. «Será porque todavía no ha empezado a hablar», respondía Maria Cros, enlace del proyecto en el colegio. La paciencia sigue siendo un reto para las futuras generaciones.
Sabiendo que la tecnología no es infalible, hay que estar preparados. «Puede ser que en algún momento de la visita se corte la retransmisión. Si esto ocurre, saldremos de la aplicación y volveremos a entrar», indicó Cros a modo de instrucciones de seguridad antes de que despegase la visita virtual.
Ahora sí. Con las ‘gafas abrochadas’, y «concentrados con lo que estamos viendo y escuchando», cámara en mano, el coordinador de URV Divulga, Carles Lozano, inició la visita por la Casa Canals, mientras que ante la cámara y como guía estaba Cristòfor Salom, el director del Museu d’Història de Tarragona. «Este edificio se encuentra en la calle Granada, una calle señorial de la ciudad», explicó este último. El cámara se paró en la escalinata para que los alumnos pudieran admirar la construcción. El momento de subir ‘a distancia’ las escaleras hizo que algunos estudiantes sintiesen vértigo.
Con el apoyo de la Diputació de Tarragona, la iniciativa refuerza la divulgación científica
Cristòfor Salom regaló a los visitantes virtuales más de una anécdota histórica: «La casa está construida encima de la Muralla romana de Tarragona», indicó. También recordó que «la familia Canals era procedente de Reus, pero en el siglo XVII se trasladaron a Tarragona». Echando la vista atrás, el guía también rememoró la famosa visita del rey Carlos IV y su familia en 1802: «Se alojaron en la Casa Canals. Visitaron la ciudad con motivo de la inauguración del puerto de Tarragona».
Entre las estancias de la casa señorial, los estudiantes descubrieron una capilla, «un símbolo de prestigio y lujo en aquella época». Una riqueza que los alumnos también observaron a través de otros elementos arquitectónicos «como grandes espejos y lámparas de araña de mediados del siglo XIX, de cuando en 1852 contrajeron matrimonio Joaquim Canals y Maria Antònia de Castellarnau. Este fue el momento de máximo esplendor del edificio».
Así, anécdota tras anécdota, como que «todavía se conserva la vajilla de cuando se casaron Joaquin Canals y Maria Antònia de Castellarnau y en la que se aprecian las iniciales de él, ‘J.C.’», el viaje virtual llegó a su fin con la visita al patio, «un espacio de relax, de ocio y de tranquilidad».
Y como buen guía, Cristòfor Salom respondió a las preguntas de los estudiantes: «¿Cuándo se construyó la casa?», preguntaron. «Sabemos que es de finales del siglo XVIII por el estilo de la casa». «¿De dónde procedía la riqueza de la familia Canals?» «Fueron comerciantes, aunque en aquella época también otorgaba prestigio tener tierras arrendadas y sacar provecho económico». Curiosidad satisfecha.
Carta a los Reyes
Basándose en la experiencia, Carles Lozano ha empezado a escribir la carta a los Reyes. Una lista de deseos para mejorar la experiencia. «Por un lado, queremos añadir recursos multimedia, como proyecciones de vídeo o realizar encuestas en directo, a la aplicación que utilizamos a través de las gafas para retransmitir la visita», detalla el responsable de URV Divulga.
En cuanto a la conectividad, la lista incluye «probar la conexión por satélite con una antena starlink». El objetivo es, en palabras de Lozano, «garantizar una conexión de alta velocidad en espacios y zonas con problemas de conectividad». Este avance también incrementaría la calidad de la retransmisión, que ahora es de 4K, «para que la visita sea más inmersiva y atractiva para los alumnos». Todo es cuestión de magia.
