«Las máquinas pueden crear imágenes que desafían nuestra comprensión de la realidad, lo cual nos da la oportunidad de explorar nuevas perspectivas y descubrir cosas que nunca antes habíamos imaginado. No tiene límites».
Estas palabras han sido generadas por una Inteligencia Artificial (IA) por el fotógrafo tarraconense Albert Rué. De la misma manera, ha utilizado la tecnología para diseñar las imágenes de la exposición Realitats imaginàries: la fotografia del futur, que incluye doce retratos que parecen reales, pero que nunca han existido.
«A principios de año, me surgió la oportunidad de hacer una exposición de fotografías en Barcelona. En aquel momento, no tenía ninguna serie personal, pero hacía tiempo que tenía en mente el tema de la Inteligencia Artificial. Así que tras investigar a fondo todas las posibilidades y cómo funcionaba, me decidí por utilizar la tecnología para crear las imágenes», explica Albert Rué. A día de hoy, las imágenes se exhiben en el Celler Mas Vicenç de Cabra del Camp.
Con la Inteligencia Artificial podemos explorar nuevas formas de arte y expresión
De esta manera, entre el vasto universo de la Inteligencia Artificial, a través del cual se pueden crear imágenes más ilustrativas u otras más reales, Albert Rué se decantó por «retratar personas que fuesen lo más reales posible, tanto a nivel de textura como de iluminación, y que a simple vista fuese un reto diferenciar la fotografía generada con IA de otra capturada con una cámara real».
Entonces, a nivel tecnológico, el fotógrafo tarraconense explica que utilizó una de las múltiples herramientas de IA, que permite crear imágenes describiendo un texto: «Concretamente, el modo en el que he interactuado es a través de un programa de ordenador que me ha permitido conectarme con los servidores de la empresa que ha desarrollado esta IA, en el cual yo escribí un texto hasta conseguir una fórmula que me retornaba esa imagen, o lo más parecida posible, a la que yo tenía en mente».
Al mismo tiempo, el fotógrafo detalla que «quería conseguir que todas las imágenes tuvieran una misma consistencia. Por ello, una parte del texto que introduje fue el mismo para todos los retratos, para definir un fondo negro y una iluminación de estudio; en cambio, modificaba variables como el tipo de persona, hombre o mujer, la edad, la etnia, el origen, etc., además de información complementaria para concretar al máximo la estética que quería conseguir».
En las imágenes se aprecian todo tipo de detalles realistas, sobre todo a través de la expresión del rostro
Así es como Albert Rué ha logrado un ‘reflejo’ de la diversidad cultural a nivel mundial. «Lo que más me ha impactado es que en las imágenes se aprecian todo tipo de detalles realistas, sobre todo a través de la expresión del rostro», asegura el fotógrafo tarraconense.
Luces y sombras
Así, consciente de que a través de la IA se pueden crear imágenes tan realistas que pueden engañar nuestros ojos y manipular nuestra percepción de la realidad, Albert Rué apela a la responsabilidad individual y social: «Si utilizamos la IA de manera responsable y consciente, podemos explorar nuevas formas de arte y expresión, y nos puede servir como fuente de inspiración o para generar ideas y propuestas que posteriormente materializamos en fotografías reales. Pero si la utilizamos sin control ni límites, podríamos estar creando un futuro en el cual la realidad esté muy manipulada. Por ello, la exposición es una oportunidad para reflexionar sobre el potencial y los riesgos».