Las lagunas habilitadas en la zona costera de Les Madrigueres de El Vendrell, un espacio protegido y que desde hace años se intenta renaturalizar, han tenido una gran funcionalidad para el asentamiento de especies de peces autóctonas, algunas en peligro de extinción.
El grupo ecologista de El Vendrell y Baix Penedès, Geven, que tiene la custodia de ese ecosistema costero, realizó un muestreo de las poblaciones de peces que pueden encontrarse en las lagunas abiertas para favorecer a la biodiversidad de la zona. El objetivo es realizar ese control dos veces al año. Los voluntarios toman muestras, analizan el estado de las especies y las vuelven a liberar.
En el primer muestreo han encontrado anguilas, góbidos y especialmente ha sorprendido el fartet, un pez que está entre los vertebrados ibéricos en mayor peligro de extinción y que aparece en todas las listas de especies amenazadas, nacionales e internacionales.
El fartet se ha encontrado en la laguna interior y es una incógnita cómo ha podido llegar allí. Los ecologistas consideran que alguien ha podido introducirlo. En todo caso ha mostrado una gran adaptación ya que en la inspección se encontraron unos 80 ejemplares.
Esta especie es importante por su efectividad en el control principalmente de mosquitos, por lo que en el caso de lagunas costeras, donde el insecto puede depositar larvas, resulta muy efectivo.
Como el fartet, la anguila europea seguía en el año 2020 en la lista roja de especies amenazadas según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. La aparición en las lagunas de Les Madrigueres ha sorprendido a los ecologistas.
Consideran que han podido llegar atraídas por la lengua de agua dulce de la desembocadura de la riera de La Bisbal ya que la especie busca esas condiciones.
Los gobios son más habituales y hay decenas de especies y entre su principal alimento están pequeño crustáceos y las algas por lo que ayudan a evitar la expansión por las balsas de agua.
Estos ejemplares están en la laguna más próxima al mar y han podido llegar con el oleaje. La balsa funcionaría para esta especie como una guardería en la que los ejemplares se desarrollan y una vez crecido regresan al mar.
El Geven señala que los datos permitirán tener un control y realizar un seguimiento de las comunidades biológicas de las lagunas. Destacan que las especies encontradas son típicas de zonas de lagunas litorales, unos ecosistemas cada vez más escasos por la presión urbana, pero que juegan un papel esencial en el equilibrio ambiental de las zonas costeras.