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El Nàstic de Tarragona en casa es un ciclón

Golea al Unionistas (4-0), suma la décima victoria del curso en el Nou Estadi y se coloca a siete puntos de la Cultural, a la que visita el próximo domingo

12 abril 2025 18:50 | Actualizado a 12 abril 2025 21:10
Se lee en 3 minutos
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El Nàstic en casa es otra cosa. Se ha demostrado durante toda la temporada y ante Unionistas fue una prueba más de ello. Los granas pasaron por encima de un rival al que sometieron para firmar la décima victoria del curso en casa y convertirse en el mejor local del grupo I en estos momentos. La Cultural, el líder, cayó en Tarazona y está a siete puntos. La semana que viene espera en el Reino de León. Está difícil... pero ¿y si?

Solo un equipo que se levanta de sus caídas y continúa su camino está listo para la gloria. Ese era el mensaje que resonaba en la cabeza de los jugadores del Nàstic, que tras firmar la mejor victoria de la temporada encajaron en Sestao una derrota tan inesperada por la forma como por el fondo. Con esa decepción aún presente, los granas regresaban a su querido Nou Estadi. Ese en el que los imposibles no existen y donde el conjunto de Dani Vidal se ha convertido en un glotón de puntos.

Para la ocasión, Dani Vidal apostó por un once con pocas novedades respecto a la derrota en Sestao. Antonio Leal, Marc Montalvo y Víctor Narro formaban de inicio en un esquema de juego que conservaba el 4-2-3-1 con Antoñín Cortés como única referencia pese a la recuperación de Pablo Fernández.

Pocos minutos bastaron para comprobar que el plan de partido estaba claro. El Nàstic quería el protagonismo, mientras que el Unionistas rehuía de él. Hasta seis jugadores en la última línea defensiva plantaban los de Acciari, haciendo de cada posesión del conjunto grana un auténtico ejercicio de paciencia. Sin ella, salvo chispazos de talento, era complicado encontrar una grieta en un sistema basado en la acumulación y el orden.

Ni 10 minutos de juego se habían cumplido y los granas ya habían tenido dos claras ocasiones de gol en un inicio ambicioso y con dinamismo en ataque. Antoñín Cortés fabricó la primera, pero la defensa tapó a Narro cuando el balear ya salivaba ante la portería vacía. La segunda llegó en otra jugada de mucha precisión por parte del Nàstic. Roberto Torres colocó un centro mortal de necesidad desde la derecha, tras una acción de paciencia en la que el navarro pisó el acelerador. Migue Leal, que fue un extremo porque su fútbol lo pide y el contexto defensivo del rival lo exigía, conectó un cabezazo picado que olía a gol. Pero Martínez metió una mano milagrosa para evitar el 1-0.

Las dos ocasiones iniciales le dieron alas a un Nàstic que entendió que, en ese partido, el reto estaba en marcar lo antes posible, porque el paso de los minutos jugaría en su contra, como Justin Timberlake en la película In Time. Sin embargo, la telaraña de Unionistas iba creciendo cada vez más, porque su plan de partido cobraba cada vez más sentido.

Eso sí, Gorostidi tuvo la tercera en el minuto 20, tras una jugada de puro arte en la que el talento se juntó para encontrar espacios donde no los había. Torres y Narro combinaron en la izquierda y la pelota terminó en los pies del vasco, en boca de gol. Todo parecía hecho, pero la defensa de Unionistas la sacó de dentro y, en el rechace, de nuevo Gorostidi disparó por encima del larguero.

Aquella ocasión coincidió con la fase del partido en la que el Nàstic menos control tuvo. Unionistas se soltó un poco y tuvo tiempo para generar dos ocasiones en las que Rebollo, muy seguro, evitó dramas innecesarios. Justo en ese instante del choque en el que el 1-0 se veía más lejano, emergió de nuevo el talento.

Víctor Narro, zurdo por naturaleza, tiró una diagonal y encontró el espacio para el disparo. Le pegó con la derecha, pero la defensa repelió el tiro. La vida decidió darle una segunda oportunidad, y esta vez la pelota le cayó a la derecha de nuevo. Pero al balear, ahora mismo, le da igual. No se lo pensó y se sacó un disparo potente y raso que, tras tocar levemente en un defensa de Unionistas, fue directo a portería. A Martínez le sorprendió el tiro, pero es lo que tiene la suerte: solo sonríe si se intenta.

El 1-0 hacía justicia por lo visto sobre el verde y, sobre todo, daba calma a la situación. Ahora, el que tenía todo bajo control era el Nàstic, pero no había tiempo para sesteos, aunque la hora fuera propicia para ello. Antoñín Cortés tuvo el segundo antes del descanso, tras otra jugada de fantasía de Roberto Torres, que se marchó de su par y metió un centro que encontró a Antoñín liberado. Su remate no fue limpio y se marchó por encima. El malagueño se quedaba muy cerca de su décimo gol. Al descanso imperaba una ventaja mínima para los tarraconenses. El 1-0 era positivo, pero ni mucho menos definitivo.

En la segunda mitad, el inicio del Nàstic siguió arropado en la ambición. Quería el segundo porque sabía que era la manera más rápida para finiquitar la victoria sin sufrimiento de por medio.

Roberto Torres y David Concha amenazaron con la sentencia con dos disparos desde la frontal que pasaron cerca de la portería, pero la más clara llegó justo a la hora de partido. Antoñín, con la confianza como aliento, conectó un cabezazo que se estrelló en el palo. El asedio siguió con otro disparo lejano de Joan Oriol y un cabezazo de Antonio Leal que todavía no se sabe por qué no encontró arco. El 2-0 lo había tenido de todos los colores, pero el partido seguía vivo.

Perdonar pudo salir caro porque Gorka Santamaría amagó con la ley del ex, pero Rebollo hizo una de esas paradas que valen igual que un gol porque su impacto es idéntico. Esa salvada tomó todo el valor del mundo cuando Pablo Fernández, de vuelta tras dos partidos, perforó la red en la primera que tuvo. En el rechace de un córner el asturiano se sacó un disparo cruzado ante el que nada pudo hacer Martínez.

El Nàstic no bajó el pistón y Gorostidi marcó el tercero tras una buena jugada colectiva. Ya con el partido muerto, Marc Fernández marcó el cuarto de penalti. El Nàstic en casa es un ciclón.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Rebollo; Gorka, Gorostidi (Agus, 86’), Montalvo, Antoñín (Jiménez, 86’), Antonio Leal, Torres (Pablo, 69’), Migue, Joan Oriol, Víctor Narro (Marc Fernández, 75’) y Concha (Jardí, 69’).

Unionistas. Iván Martínez; Serrano, Mayor, Carlos García, Ortuño; Rabadán, Chuca (Iñaki González, 82’), Moreno (Pablo García, 75’), Rastrojo, Pau Martínez (De la Nava, 57’) y García (Gorka, 57’).

Goles. 1-0, Narro (30’); 2-0, Pablo Fernández (71’); 3-0, Gorostidi (83’), 4-0, Marc Fernández (88’).

Árbitro. Artola amonestó a Pau Martínez (53’), Ortuño (62’), Concha (63’).

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