Un estudio determinará si el muro de contención caído en Segur de Calafell en la noche del sábado y que obligó al desalojo de tres casas tenía suficiente consistencia.
Ese análisis debe ir a cargo de los peritos de las compañías de seguros de las viviendas que reposaban sobre las tierras que pudieron hacer presión sobre el muro que cedió.
La primera hipótesis que apuntaron los bomberos en la misma noche del suceso fue que a causa de las intensas lluvias la tierra podría haber ganado volumen aumentado presión sobre el muro hasta que cedió motivando el derrumbe y descarnando parte de la base de las viviendas.
Terrazas colgadas
Al ceder dejó en el aire las terrazas de las casas obligando por precaución el desalojo de tres viviendas sin que se produjesen daños materiales.

Hasta la zona llegaron dotaciones de Policía Local, Mossos d’Esquadra y bomberos pero en el momento sólo pudo realizarse un análisis superficial de la situación por la oscuridad de la noche. También acudieron técnicos de las compañías de agua, luz y gas.
Los vecinos pudieron regresar a sus hogares a primera hora de la tarde de día siguiente tras comprobarse que las estructuras de las casas no habían sufrido daños, pero con la restricción de no salir a las terrazas ya que literalmente quedaron colgadas en el aire.
La armadura
Los bomberos también aconsejaron vaciar una piscina y un depósito de agua de una de las viviendas afectadas para evitar que el muro tuviese tanta presión por el peso.
Una primera inspección del arquitecto municipal considera que el muro podría estar mal armado y que el hierro interior sería insuficiente, como explica el alcalde Ramon Ferré.

De ser así no puede reclamarse al constructor ya que la obra es de antes de los años años 90 y los diez años que tiene de responsabilidad han caducado.
La urgencia
En todo caso deberán ser las compañías de seguros quienes precisen las causas del derrumbe, lo que podría condicionar la cobertura de los bienes y las reparaciones.
Ahora la urgencia es recuperar la base sobre la que se asientan las casas para evitar que pudiese seguir cediendo y rehacer el muro de contención. Son unas obras que deberán afrontar los propietarios o sus compañías de seguros.
Los vecinos de la zona piden que se revise el resto de esa larga pared ya que temen que pueda presentar deficiencias y que también haya sufrido por el derrumbe del pasado sábado. Algunos vecinos señalan un excesivo abombamiento que presenta y sobre el que también deberá revisarse sus estado.

Por parte del Ayuntamiento se agilizará la retirada de los cascotes que quedaron sobre el pavimento y aceras de la avenida Austria para intentar recuperar la movilidad rodada que ha quedado cortada desde el derrumbe.
Desalojados
La caída del muro ocurrió pasada la medianoche del sábado para el domingo. Se centró a los pies de una vivienda, pero fueron desalojadas, además de la directamente afectada, otras dos por precaución de que pudiesen estar dañadas.
Unas personas desalojadas fueron a casas de familiares y para otra el Ayuntamiento facilitó alojamiento en un establecimiento hotelero del núcleo del pueblo.
Vecinos de la zona explicaron que escucharon un gran estruendo y que cuando se asomaron a la calle vieron cascotes y piedras en la calzada y las terrazas de las casas colgando sin parte del largo muro de la calle.