La final de infarto del Mundial se convirtió en la invitada inesperada en el pesebre viviente del Grup Esplai Salou en la Masia Catalana. El pase estaba programado para las 6 de la tarde, hora en la que en un principio finalizaba el juego. Pero los dos goles de Mbappé en los últimos diez minutos de la segunda parte llevaron a la prórroga el intenso duelo Argentina y Francia.
Mientras los jóvenes actores recreaban la llegada de José y María a Belén, en el bar que estaba situado a escasos metros se escuchaban los gritos de los aficionados que seguían con atención el partido. No eran los únicos puesto que en la misma masía hubo más de un espectador que no podía evitar coger su móvil para seguir el encuentro, y más cuando parecía que Argentina finalmente se alzaba con la victoria. Pero un nuevo gol de Les Bleus sirvió para empatar el partido y pasar a los penaltis. Un momento que no coincidió por solo unos minutos con el nacimiento de Jesús, que fue bastante vistoso con un ángel que se deslizaba por una tirolina para anunciar –con pirotecnia incluida- la llegada del niño Jesús.
«Tenemos que dejarnos llevar y disfrutar de los pequeñas cosas y vivir el momento (...) Vivid siempre con alegría, que solo se vive una vez», dijo uno de los actores, que envió un mensaje lleno de «amor, paz y libertad». La representación finalizó con un entretenido baile final al ritmo del pegadizo Ave María de David Bisbal. Una canción - Ave María, ¿cuándo serás mía? Al mismo cielo yo te llevaría- que parecía dedicada a Lionel Messi, que por fin cumplió su sueño de alzarse con la ansiada Copa del Mundo. «Es el mejor jugador del mundo, se lo merece», decía Víctor, que en los últimos minutos del pesebre viviente sacaba continuamente su teléfono del bolsillo para seguir en Twitter cómo iba la ronda de penaltis.
También un grupo de amigos comentaba la victoria de Argentina mientras esperaban en la cola para tomar chocolate caliente y coca, una merienda que se agradecía mucho a esas horas. «Este Mundial era para Messi, era el único título que le faltaba y ahora sí, lo ha conseguido, aunque ha sido un partido muy loco», apuntaba Josep. Aquellas personas que quieran pasar buen rato en la Masia Catalana y ver el pesebre viviente, apto para todas las edades, tienen una nueva oportunidad los días 25 de diciembre y el 1 de enero, a las 19 horas.
Justo cuando los argentinos residentes en Salou festejaban en la calle la victoria de su selección, se iniciaba en la Iglesia Protestante la obra musical que también mostraba cómo había llegado Jesús al mundo. A cargo de Arrels al Cel y de la Federació de Pessebres Vivents de Catalunya, esta representación contaba con la participación de unas 90 personas –actores, vestuario, sonido, etc- y buscaba el objetivo de trasladar al público al Belén del siglo I, con la recreación de los oficios y casas de la época y una escenografía y diálogos cuidados. «Queremos transmitir el significado de la Navidad con el nacimiento de Jesús de Nazaret de una forma creativa y cercana», señalaban desde la asociación, que mostraban su satisfacción por el éxito de los pases programados tanto para el sábado como para el domingo. En los dos días, cerca de 700 personas pudieron disfrutar de esta entretenida obra que, al final, brindaba la oportunidad a los espectadores de acercarse a los puestos donde se recreaban los oficios y poder charlar con los Reyes Magos. Y sí, el pase también finalizaba con un vaso de chocolate y coca.