El presidente Pedro Sánchez impulsará un sistema de financiación autonómico «más justo», que reduzca las diferencias territoriales y en el que todas las comunidades recibirán más recursos. En el acto de apertura de su séptimo curso político, adelantó también que el próximo Consejo de Ministros aprobará el techo de gasto, paso previo a la presentación de los Presupuestos del Estado.
Unas cuentas públicas, dijo, que llevarán el ADN del Gobierno de coalición, y que avanzarán en una fiscalidad más progresiva, con impuestos que graven más a quienes «ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir 100 vidas», para «acotar privilegios desproporcionados» de los que se benefician «ciertas élites de nuestro país». Sánchez dijo que no se busca perjudicar a los millonarios, sino proteger a las clases medias y trabajadoras. «España será un país mejor si tiene más automóviles eléctricos, por cierto, fabricados en España, más autobuses públicos y, por tanto, más transporte público y menos Lamborghinis».
En cuanto al nuevo sistema de financiación autonómico, servirá para reducir las diferencias territoriales, atender las singularidades de cada comunidad y garantizar la suficiencia del gasto público. Se comprometió a que «todas y cada una de las comunidades autónomas recibirán más recursos de los que recibieron mientras gobernaba el PP» y para ello se duplicarán los recursos del fondo de compensación interterritorial.
El jefe del Ejecutivo criticó a los barones del PP y su gestión en las comunidades en que gobiernan. En especial, la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Solo en el último año, denunció, en esta comunidad «se han derivado 1.000 millones de euros públicos» a la sanidad privada. «En la Comunitat Valenciana se han recortado el 20% de plazas públicas de las residencias de mayores y en Andalucía se han suprimido ya 2.000 clases de Educación Pública, mientras se incrementa un 22% el gasto en la educación concertada», añadió. Frente a ello, el Gobierno de coalición progresista ha apostado en los últimos seis años por invertir en servicios y en prestaciones sociales, «un 28% más que lo que invirtió la anterior administración del PP», dijo. En el acto, Sánchez desgranó sus ejes de acción, centrados en la competitividad económica, la dignidad laboral, el Estado del bienestar, la vivienda la paz y la igualdad.
«Una tomadura de pelo»
Las comunidades del PP consideran un engaño el anuncio de Sánchez de una financiación autonómica más justa e insisten en que representa una ruptura de la igualdad y del modelo territorial en favor de Catalunya. País Vasco y Navarra se mostraron favorables al debate pero exigen respeto a sus conciertos, que definieron como «herramientas solidarias con el resto de regiones» y resaltaron que están blindados constitucionalmente.
Así se pronunciaron los líderes territoriales tras la comparecencia de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Senado para defender un acuerdo fiscal para Catalunya (ver despiece) y también sobre las palabras del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
Los presidentes de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, opinaron que Sánchez defiende institucionalmente la «ruptura» del actual modelo territorial como una cesión al independentismo. El de Murcia, Fernando López Miras, exigió que se convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para buscar un acuerdo de reforma para todos los territorios. Jorge Azcón, presidente de Aragón, lamentó que las ayudas al funcionamiento de las empresas en Teruel alcancen solo ocho millones de euros, «frente a los 30.000 millones» que, según él, incluye el «acuerdo privilegiado» para Catalunya, lo que considera «una tomadura de pelo».
«Su anunciado fondo para la España que cree de segunda no solo es insuficiente. El Fondo de Compensación Interterritorial ni siquiera forma parte del sistema de financiación, y es insultante para la dignidad de la mayoría de españoles que defendemos una nación de iguales», escribió el presidente del PP, Alberto Nuñez Feijóo en X.
El anuncio de Sánchez no deja de pasar la patata caliente a los líderes regionales del PP, que tendrán que elegir si se mantienen en una oposición dura o si se abren a explorar una nueva fórmula que puede satisfacer sus demandas.
El PP considera un engaño el anuncio y
los nacionalistas piden respeto a sus modelos
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