Un preso de la cárcel de Tarragona, situada en el término de El Catllar, agredió este pasado martes 31 de enero a un funcionario. El trabajador recibió el impacto de una manzana cuando entró en su celda a apagar el fuego y a calmar al interno, que había provocado un altercado. El preso estaba en el DERT, el módulo de la cárcel pensado para aislar a presos por su conflictividad o bien por protección en caso de amenaza.
El problema con este interno empezó a principios de semana, cuando recibió una notificación en el que se le aplicarían medidas de mayor seguridad.
La respuesta del recluso se produjo al día siguiente. Empezó insultando a funcionarios, continuó con destrozos en la celda e incluso llegó a sacar un cristal de una ventana. No se conformó con ello y prendió fuego en la celda para obligar a los funcionarios a entrar en ella.
Y cuando se abrió la puerta para evitar que el incendio terminara afectando el recluso, los funcionarios recibieron la ‘lluvia’ de objetos. Uno de ellos fue una pieza de fruta, concretamente una manzana, que terminó alcanzando la cara y el ojo , hiriendo al supervisor de forma grave.
El episodio de violencia terminó con el interno neutralizado y el fuego apagado. Y lógicamente aislando al interno en una celda e incomunicándolo.
Esta mañana, el altercado se ha producido fuera de la zona de la población reclusa. La hermana y abogada del preso se han personado en Mas d’Enric para visitarlo. Se les ha vetado una comunicación puesto que el interno está ‘castigado’ en aislamiento por su comportamiento.
La hermana ha perdido los nervios y ha empezado a insultar a los trabajadores. Mossos d’Esquadra han explicado que alrededor de las 10 horas han mediado en esta discusión y han rebajado la tensión, que ha terminado con la marcha de la hermana y abogada sin poder entrevistarse con el recluso.
La orden de dirección
Este incidente, uno más en las últimas semanas en el Centro Penitenciario de Mas d’Enric, coincide con una orden de dirección interna en la que se admite la dificultad de trabajar con el nuevo perfil de la población reclusa y las dificultades de control y de harmonía con la actual plantilla.
La orden firmada por el director Francisco Romero (máximo responsable de la cárcel de Tarragona desde noviembre de 2015, fecha de apertura dle centro penitenciario en El Catllar) recuerda a la plantilla diferentes normas para recuperar la ‘normalidad’ dentro de las instalaciones y reducir los conatos de violencia y problemas con el funcionamiento de la cárcel.
La orden a la que el Diari ha tenido acceso en las últimas horas, la dirección del centro recuerda las «normas obligatorias» reflejando una cierta relajación en su cumplimiento. Admite de puertas para adentro el director que se han pasado meses (diciembre y enero) con muchos incidentes y que ello pone en alerta el sistema, la metodología de trabajo para volver a «controlar el centro» penitenciario.
Y a continuación el texto recuerda las normas obligatorias que se deben llevar a cabo diariamente para recuperar el clima de respeto a los profesionales que «hará que los internos se comporten y puedan cumplir su condena en paz».
Una de las asociaciones de defensa de funcionarios de las cárceles catalanas, Marea Blava, critica la gestión de Romero al frente de Mas d’Enric y considera que más que una orden de dirección, la plantilla de la cárcel de Tarragona merece una nota de dirección que «reconozca la gestión pésima y presente su dimisión a la Secretaria de Mesures Penals»,, subrayan las mismas fuentes.