8.25 de la mañana. Plaça de la Pagesia; al lado de la Plaça de l’Escorxador. Soy un padre más que va a llevar a su hija al cole Lestonnac-L’Ensenyança. Soy expulsado de la plaza por estar aparcado esperando la hora. La Guàrdia Urbana me dice que debo irme. Sin dilaciones. Como si un delincuente fuera. Razono que no puedo llegar con tiempo justo porque no puedo dejar a una menor en plena calle desde el coche y que vaya sola a la escuela. Hay riesgo inminente de atropello. Lo explico. Les da igual. Me invitan a irme inmediatamente de la plaza bajo amenaza de multa. Tengo que dar vueltas hasta que se haga la hora. Regreso al lugar cuando son menos cuarto. No hay guardia urbana en la plaza para evitar riesgos de atropellos. No se cuestiona el aparcar.
Todos, todos, todos los coches que entran para llevar niños y niñas a esta escuela deben entrar por el Portal de Sant Antoni, subir hasta el Rectorat de la URV donde se les impide aparcar, bajar hasta la placita citada que es un cuello de botella y descargar alumnos en la misma callejuela en que se agolpan personas a las puertas de la escuela.
Todo el tráfico rodado (coches, y camiones) debe salir de este espacio trampa del Carrer Arc de Sant Llorenç frente a la escuela Lestonnac-L’Ensenyança hacia el Arzobispado. La acera es estrecha. Los padres e hijos están agolpados en ella a las puertas de la escuela. Apenas maniobran los coches. Pasan camiones y con los retrovisores casi alcanzan a tocar personas. Cruzan padres y niños que andan por donde pueden. Gente en la acera de espaldas a la calzada. Cualquier caída a la acera de un niño o niña es motivo de acabar bajo las ruedas de un coche o camión. Peligro inminente. Hago dos denuncias consecutivas (martes y miércoles) por teléfono pidiendo a la Guardia Urbana que me tomen los datos y DNI para identificarme y se grabara mi petición y aviso de riesgo. Y me siento un delincuente por haber intentado aparcar 20 minutos antes en condiciones. Me siento humillado.
Anomalías urbanas
En esta ciudad, por cuestiones de movilidad menos trascendentes, este consistorio despliega todos los medios y recursos para teatralizar situaciones que, ni de largo, llegan a la gravedad de esta. Por ejemplo, custodiando las Harley-Davidson de paseo por la ciudad o poniendo señalética cuando interesa, o espiando a algunos negocios de Tarragona con las cargas y descargas por denuncias de vecinos que parecen estar en tribuna y tienen más derechos.
Denuncio públicamente en este caso una clara dejadez de funciones sobre seguridad vial en escuelas. Hay responsables con nombres y apellidos. Y especialmente digo que esta escuela está siendo por una inmoral movilidad urbana mal organizada de cojones. Si, de cojones porque se debería pensar con la cabeza y no con las partes. Denuncio públicamente riesgo inminente de accidente para que alguna persona con moralidad y sentido común en el consistorio actuar con líneas claras y concisas, agilidad y actitud preventiva. Sin dilaciones hace falta:
A. Dejar aparcar en la parte superior de la Plaça de l’Escorxador en estas horas de entradas y salidas a los padres. La URV no creo que impida que frente a su sede, suceda esto.
B. Facilitar las salidas de vehículos por la zona que sea, excepto por el frente de la puerta de la escuela. Esta callejuela debería estar cortada al trafico por seguridad y ser peatonalizada.
C. Dirigir todos los vehículos hasta la calle de les Coques y que no entren por el Arc de Sant Llorenç y dejarlos circular, puntualmente, por la Calle Granada.
D. Eliminar las tres absurdas plazas de aparcamiento de màxim 3 minuts frente a Lestonac-L’Ensenyança que contribuyen a los problemas de seguridad con maniobras y coches circulando.
E. Trasladar la calzada en Arc de Sant Llorenç hacia la parte opuesta a la escuela, ensanchando la acera de la escuela hasta 3 metros, que es la zona de espera de los padres.
Acabo apelando a la capacidad de aquellas personas involucradas de corregir aquellas anomalías urbanas en la movilidad susceptibles de riesgos de accidentes, sin otro paliativo que la petición de una acción urgente correctiva que no admite ni excusas, ni justificaciones. ¿O es que no hay conocimientos sobre tráfico, movilidad y riesgos? Así pues, a cada conciencia, van estas letras de aviso.