La Empresa de Mercats y los paradistas piden al Ayuntamiento «flexibilizar» el reglamento del Mercat Central para evitar que cierren las paradas una vez se jubilen los actuales propietarios. Y es que la situación preocupa y mucho a los responsables del equipamiento, ya que un estudio elaborado por la propia empresa municipal constata que en un plazo de entre cinco y diez años un total de 22 concesionarios, o lo que es lo mismo, un 51% de los propietarios actuales, se jubilarán. Con este panorama, la Empresa de Mercats quiere encontrar la manera de facilitar las transmisiones o traspasos. Una de las medidas que está encima de la mesa es hacer concesiones más cortas, de unos cinco años, para que nuevos empresarios se atrevan a abrir su negocio en el Mercat Central. Cabe recordar que actualmente las concesiones ascienden a 50 años, con todo lo que ello conlleva.
«El principal problema con el que nos encontramos es que no hay un relevo generacional. Es decir, los hijos de los paradistas no quieren continuar con el negocio de los padres. Tienen sus estudios y aspiran a tener un trabajo con mejores condiciones», explican fuentes de la Empresa de Mercats. Y es que, el reglamento del Mercat Central –que se aprobó en 2015–, facilita el traspaso siempre que sea a familiares. El problema llega cuando no es así, y se trata de una transmisión común.
Cabe recordar que lo que conocemos como propietarios pueden explotar la parada gracias a una concesión administrativa pública. Es decir, los actuales concesionarios no pueden traspasar la parada sin llevarse a cabo un concurso público, con la autorización y colaboración del Ayuntamiento.
«En su momento, se hizo un reglamento garantista con el objetivo de proteger las condiciones de los paradistas. Ahora, nos damos cuenta que si no agilizamos el tema de los traspasos, nos encontraremos con muchas paradas vacías en cuestión de pocos años», explican fuentes de la empresa. Para que no llegue este momento, los gestores del Mercat Central han pedido al Ayuntamiento que se modifique el reglamento «para flexibilizar las transmisiones y cesiones», añade el presidente de la Empresa de Mercats, Dídac Nadal.
Una de las medidas que pretenden suavizar son los años de explotación de las paradas. En 2017, cuando se abrió el nuevo Mercat, los paradistas se hicieron con una concesión de 50 años. Lo que significa que, en caso de traspasar la parada, el nuevo propietario deberá asumir los años restantes. Ahora quedarían 45 años. «Actualmente nadie se atreve con esto. Por eso proponemos que exista la posibilidad de ceder las paradas por unos dos o tres años, y así ser más atractivos para los empresarios», dice Nadal, quien añade que «hay que adaptarse a los nuevos tiempos. En 2015, se aprobó un reglamento sin tener en cuenta el escenario de las jubilaciones».
Esta necesidad surge después de que la empresa realizara un estudio sobre las edades de los concesionarios. De las 43 paradas que hay, 14 propietarios tienen entre 55 y 60 años, 5 entre 60 y 65 y 3 más de 65. Por otro lado, 13 concesionarios tienen menos de 50 años y las 6 restantes están vacías. En un plazo de cinco a diez años, el 51% de los paradistas se jubilarán. Empieza la cuenta atrás para salvar el Mercat.
«El precio de salida se dispara»
La presidenta de la Associació de Concessionaris del Mercat Central de Tarragona, Marta Lafuerza, asegura que este es el tema que más preocupa a los paradistas. «Debemos buscar la manera de que la gente quiera invertir y abrir su negocio en el Mercat. Si las concesiones siguen a 50 años y pagando 7.800 euros –aproximadamente– por metro cuadrado, el precio de salida se dispara y no somos atractivos. A eso cabe añadir la inversión en maquinaria que hizo el antiguo propietario», dice Lafuerza, quien reconoce lo complicado que es llenar paradas en la actualidad.