El Ayuntamiento de Tarragona finalmente ha desempolvado el Pla Municipal d’Actuació per a la Millora de l’Accesibilitat a Tarragona, PAMAT, que encaró el anterior consistorio y que se entregó en noviembre de 2018.
El plan, encomendado a la Fundació COAATT (Col·legi Oficial d’Aparelladors de Tarragona), se ocupó de analizar la accesibilidad en algunas de las aceras más céntricas de la ciudad, edificios públicos y paradas de autobús.
Los resultados del diagnóstico fueron elocuentes. Se analizaron las aceras de 16 de las vías más céntricas de la ciudad, de las cuales se estudiaron 167 tramos. De ellos solo el 5% se consideró completamente accesible.
Ahora el Ayuntamiento ha encargado a la Fundació COATT realizar la memoria técnica de los trabajos que hay que acometer para arreglar los tramos que se catalogaron como prioritarios en el diagnóstico debido al «peligro para los peatones».
Lluís Roig, presidente de la fundación, explica que esperan poder entregar la memoria en abril de este año para que el Ayuntamiento licite los trabajos antes de verano y que las obras puedan iniciarse a finales de año.
En esta fase solo se trabajará enb la calle, pero también hay deficiencias en los edificios públicosHay que tener en cuenta que han pasado más de dos años desde que se hizo el diagnóstico, por lo que hay que revisar el estado en que se encuentran los espacios actualmente.
Aclara Roig que solo se actuará en las aceras y vados de peatones (en esta fase no se contemplan los edificios públicos ni las paradas de autobús, que también se analizaron en el estudio) para suprimir barreras arquitectónicas.
Una parte de los trabajos los asumirá la Brigada Municipal, mientras que los que requieran más obra se licitarán. Para estos últimos hay un presupuesto de unos 200.000 euros.
Se actuará, por ejemplo, en vados peatonales con poca visibilidad; postes y otros obstáculos que invaden la zona de paso de peatones; pavimentos podotáctiles (para que puedan orientarse las personas ciegas) que no están bien colocados; alcorques de árboles cerca de paradas de autobuses o en las rejillas de desagüe mal colocadas.
Pasos de peatones inaccesibles
En los trabajos se dará prioridad a los vados de peatones que no son accesibles. En muchos casos lo que sucede es que, aunque están ‘rebajados’, hay una especie de escalón entre el vado y la calzada, lo que complica el paso de sillas de ruedas, pero también de sillitas de bebés o carritos de la compra.
Roig, quien además es usuario de una silla de ruedas, explica que la mayoría de los vados de peatones en el centro de la ciudad están rebajados aunque no todos sean realmente accesibles.
Un ejemplo de los pocos pasos de peatones que queda por adaptar es el que se encuentra a un lado de la iglesia de Sant Joan Baptista. Se da la circunstancia, además, de que este vado es el que da acceso al Institut Muncipal de Serveis Socials.
En esta fase también está previsto actuar en el vado de peatones que va de la Subdelegación del Gobierno a la Rambla President Lluís Companys. Actualmente la zona de paso es muy estrecha y hay una farola que hace casi imposible la circulación de una silla de ruedas.
Xavier Puig, conseller de Mobilitat, explica que «la voluntad de este gobierno es remontar en materia de accesibilidad, porque partimos de una Tarragona con muchas barreras y nosotros la queremos inclusiva. Por eso tenemos un Plan que nos ayudará a hacer más accesible el espacio público, y para ello tenemos las propuestas vecinales... Estamos priorizando las acciones y las estamos convirtiendo en proyectos de mejora, tanto con contratos externos como con actuaciones de brigada. Queremos una ciudad abierta y amable con todo el mundo, sin exclusiones. Y sabemos que tenemos una ‘feinada’ por delante».
Hay que aclarar, eso sí, que el plan actual solo se centra en las barreras arquitectónicas en el espacio urbano. Valga recordar que en el estudio se analizaron también 18 edificios públicos y se encontró, por ejemplo, que la oficina de Serveis Socials de la Part Alta, ubicada en la Rambla Vella, es inaccesible para una persona en silla de ruedas. Se estudiaron, además, 51 paradas de la EMT y en ese momento se encontraron 1.437 deficiencias en marquesinas, señalización e información.
También hay que aclarar que el PAMAT no es el plan de accesibilidad que reclaman los colectivos de personas con discapacidad de la ciudad, un plan mucho más ambicioso y completo.
Desde 1991 diferentes leyes estatales y autonómicas han instado a los municipios de más de 50.000 habitantes, como Tarragona, a elaborar un plan de accesibilidad, algo que la ciudad no ha acometido pero otros municipios vecinos, como Reus, sí. En 2016 el pleno municipal aprobó una moción impulsada por ERC para elaborar dicho plan.