Fumata blanca. El vicepresidente de la Diputació de Tarragona, Josep Maria Cruset, será designado mañana miércoles como nuevo presidente del Port de Tarragona, en sustitución de Josep Andreu.
Después de más de cuatro meses mareando la perdiz, finalmente el presidente del PDeCAT en la Vegueria de Tarragona ha sido el escogido por el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet (Junts per Catalunya) para coger el mando de la administración portuaria, después de la dimisión presentada por el hasta ahora presidente del pasado mes de junio.
Cruset, independentista convencido y del sector más soberanista del PDeCAT, sustituye a un Andreu que anunció al Govern su intención de dejar el cargo tras el malestar que provocaron sus palabras sobre el proyecto de la formación heredera de la antigua Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).
Andreu, de hecho, siempre ha mantenido una posición fría y alejada con la hoja de ruta que derivó en la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017.
Tras la renuncia de Andreu, a lo largo de los cinco últimos meses varios han sido los nombres que se han puesto sobre la mesa, como los de Jordi Sendra, Joan Basora, Teresa Pallarès, Joaquim Nin o Josep Poblet.
Sin embargo, y según ha podido contrastar este periódico, el conseller firmará este martes el decreto que sitúa a Cruset al frente de la nave portuaria, en una decisión que no está al margen de polémica, ya que Cruset no es de Tarragona.
De hecho, históricamente los presidentes de la Autoritat Portuària siempre habían sido de Tarragona ciudad, como son los casos, por ejemplo, de Lluís Badia, Josep Antoni Burgasé o el propio Josep Andreu.