La esposa del primer caso autóctono de fiebre del Nilo en Catalunya, una vecina de Reus de 85 años que esperaba resultados desde septiembre, ha dado positivo. Así lo detallan al Diari fuentes de Salut consultadas al respecto. Su marido, también residente en la ciudad y de 90 años, ya había sido confirmado hace algunas semanas. Ella es, por lo tanto, el segundo contagio identificado.
A finales de agosto, ambos ingresaron en el Hospital Sant Joan de Reus con un cuadro neurológico del que progresaban favorablemente, sin que el Departament haya actualizado su evolución. El brote que se había declarado a raíz de la infección del hombre –al tratarse de una enfermedad emergente, un solo individuo afectado basta para activar la alerta– se da por finalizado al no haberse detectado transmisión, tal como especifican las mismas fuentes.
El Ministerio de Sanidad ha actualizado su documento de evaluación rápida de riesgo de fiebre del Nilo, recogiendo los «primeros casos detectados en Tarragona». En este sentido, el informe precisa que estos dos «son los primeros casos humanos vistos en España en una zona conocida del virus de linaje 2». La singularidad reside en que el matrimonio «no tenía antecedentes de viajes», es decir, se contagió dentro de Catalunya.
Un cribado y equinos en Rodonyà
El 6 de septiembre se estableció en Tarragona el nivel 4 –la escala es de 5– de riesgo por transmisión del virus del Nilo Occidental, condición que «se fija cuando se identifican dos o más casos humanos en una zona». Se consensuó entonces la realización de vigilancia activa en humanos, aves y equinos, así como inspecciones entomológicas, en le área que engloba las comarcas del Baix Camp, Alt Camp y Conca de Barberà. Y el día 14 se inició el cribado en los donantes de sangre, células, tejidos y órganos de estas tres zonas a través del Banc de Sang, tal como precisa el documento del Ministerio. El Ayuntamiento informó públicamente de la situación el día 16 y activó mecanismos de prevención.
En estos momentos, tal como detallan los datos de Sanidad, las inspecciones en la zona están en curso y el estudio de aves y equinos también. Igualmente, «se han diseñado nuevos radios de vigilancia en caballos y, así, se detectó el primer caso en equinos de la temporada en Rodonyà». También hubo dos pájaros infectados.
Paralelamente, «se ha alertado a los hospitales para que estén pendientes en todas las personas con manifestaciones neurológicas y se ha valorado realizar vigilancia activa en casos con sintomatología compatible de carácter más leve, para incrementar la sensibilidad de la detección».
El Ministerio apunta que «la detección de estos casos –los de Reus– en este verano pone de manifiesto que probablemente se ha podido incrementar la circulación del virus en la zona» y que «hay que tener en cuenta que el sistema de vigilancia sólo detecta los casos más graves, por lo que es de suponer que han podido infectarse más personas que habrían cursado con clínica leve o sin síntomas».
El linaje causante de las dos infecciones «no ha podido determinarse» y el riesgo de transmisión en Tarragona «es moderado y mayor que en temporadas previas».
La principal vía de transmisión de la enfermedad a las personas es la picadura de mosquitos que hayan estado en contacto con aves afectadas. No se dan contagios entre humanos.