Las atenciones a mujeres por violencia machista se han incrementado notablemente. Frente a los 429 casos contabilizados por servicios municipales en 2021, el Ayuntamiento registró 339 en 2020 y 261 en 2019. El aumento es de un 64%. «Las cifras oficiales son solo la punta del iceberg», valora Meri, miembro de la asamblea feminista L’Hora Violeta, que destaca que «estas violencias están muy arraigadas y hay que enfocar la lucha en ellas». La memoria de Benestar del Ayuntamiento refleja un empeoramiento de la situación de las mujeres desde la Covid. La ciudad acaba de adherirse al programa Viopet, que acoge a mascotas de las víctimas.
Con datos de la concejalía de Benestar Social sobre 2021, había 73 usuarias de los servicios de apoyo contra la violencia machista con atención psicológica, 187 con asesoramiento legal, 22 que requirieron la atención prevista por protocolo en el Hospital Sant Joan, 125 con órdenes de protección y seis en alojamientos de urgencias.
Las mujeres con Servei Telefònic d’Atenció i Protecció per a Víctimes de la Violència de Gènere (ATENPRO) de Creu Roja eran 33 el año pasado, tres más que en 2020. Y los atestados policiales, 324, prácticamente los mismos. Subieron los expedientes de Servei d’Atenció a la Infància i l’Adolescència de Tarragona (STAIA), que pasaron de 40 en 2020 a 60 en 2021.
La memoria precisa que el impacto de la pandemia en las víctimas de violencia machista se hace visible en la precariedad laboral y económica, con imposibilidad de cubrir los gastos básicos de vivienda, suministros y manutención. También en la falta de competencias digitales ante cualquier trámite y la necesidad de disponer de aparatos electrónicos y conexión a internet. Además, se ha producido un aumento de la violencia en el ámbito del hogar y un agravamiento de los síntomas de las víctimas con enfermedad mental o adiciones.
«El recuento no es el que consideraríamos certero porque solo se contabilizan los casos en los que se puede demostrar que entre el agresor y la víctima hay una relación sentimental y, para nosotras, la violencia machista va mucho más allá de que te la aplique tu pareja», añade Meri. «Se trata de visibilizar todo el iceberg de las violencias machistas, no solamente la punta», ahora que «estas violencias se han vuelto sistemáticas y están muy normalizadas», precisa. Por eso, «necesitamos un cambio radical del tipo de relación social que tenemos y construir de cero una comunidad, un mundo en el que podamos ser libres de verdad».
El incremento lo relacionan desde L’Hora Violeta con «el blanqueamiento y el avance de movimientos de extrema derecha» y con «un retroceso en los derechos que habíamos conseguido». «Tenemos mucho camino por recorrer», destacan. Pese a todo, «los números solemos emplearlos el 25-N para hacer constar la violencia que existe a través de homicidios, agresiones y denuncias, pero criticamos la manera en la que se recogen estos datos porque no reflejan lo que hay».
Alojar a la mascota y poder salir
La Junta de Govern aprobó en junio la adhesión del Ayuntamiento a Viopet, un programa de asistencia a víctimas que tengan animales de compañía. A través de la iniciativa, si la mujer lo solicita, las mascotas pueden ser realojadas en casas o centros de acogida, facilitando la salida de las víctimas de violencia del domicilio y protegiendo a los animales, ayudando a la recuperación del maltrato físico y psicológico.
La propuesta la había llevado en primer término al pleno el PSC, en 2021, y fue aprobada por unanimidad. La concejala socialista Carmina Pozuelo explica que «estamos satisfechos y satisfechas de que finalmente se ponga en marcha este programa de asistencia a mujeres víctimas de violencia de género que tengan animales de compañía».
Pozuelo recalca que ya «se está avanzando en el entendimiento de cómo funciona la violencia machista y últimamente hay sentencias que niegan la custodia de los hijos a los hombres que habían maltratado anteriormente a animales». «Hay que continuar trabajando para cambiar el paradigma de cómo se comprende la relación entre la violencia y los animales», añade la socialista.
En el primer año desde que se pusiera en marcha el sistema Viopet, este ha dado cobertura a más de 500 mujeres supervivientes de violencia machista y a sus animales en España. Hoy, su red cuenta con más de 1.200 casas de acogida repartidas por todo el Estado, que se prestan voluntarias a acoger a estos animales hasta que pueden retornar con sus propietarias. Un estudio de 2012 concluyó que el 59% de las mujeres maltratadas retrasaron dejar el hogar por miedo a abandonar a sus mascotas.
La concejala lamenta que el programa «ha tardado un año en llegar desde que lo planteamos» y subraya «durante este tiempo ha habido personas que han sufrido esta violencia de género pero no se han podido acoger a Viopet». El PSC pide al gobierno municipal que lleve a cabo jornadas de concienciación y sensibilización contra el maltrato animal en colaboración con entidades del territorio.
El alojamiento para las mascotas puede ser en una casa de acogida, en una residencia o en una protectora. En este sentido, L’Última Llar, que gestiona el servicio municipal de recogida de animales, ya ha recibido también la comunicación de que en algún momento podría tener que activarse para dar espacio a casos vinculado a la violencia machista, con las instrucciones pertinentes. En este sentido, se han reservado dos plazas, teniendo en cuenta que en ocasiones la intervención debe llevarse a cabo de urgencia y sin capacidad de resolver la búsqueda de casas de acogida. Hasta este momento, no se ha cobijado a ningún animal en estas circunstancias.
