Al llegar al infierno, Dante escribió en el canto tercero de su Divina Comedia: «¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!».
Hace unos días Netanjahu amenazó a Hamás con «abrir las puertas del infierno». Diríamos que su política es diabólica, para seguir con el lenguaje del averno. Rompiendo el alto el fuego, sigue arrasando Gaza sumando cientos de muertos a su implacable genocidio, y esta vez lo hace con respaldo del presidente de Estados Unidos.
¿Hasta cuándo? Según parece hasta liberar a los 59 rehenes que Hamás retiene y que se supone siguen vivos, pero ya es la guerra más duradera de las que ha librado Israel en su historia. Solo Trump podría apagar el fuego del infierno, pero lo que hace es ayudar a abrir sus puertas.