Siempre he sentido una fascinación por los números. Estos no solo nos permiten cuantificar, sino que también nos brindan una perspectiva clara sobre la magnitud y relevancia de los eventos que moldean nuestro mundo. El famoso físico Lord Kelvin afirmaba que «lo que no está definido, no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, siempre se degrada». Esta sabiduría es crucial cuando intentamos entender el avance vertiginoso de la inteligencia artificial (IA) y a mi particularmente hay 3 cifras que me ayudan a comprender que está pasando.
La primera cifra es que, por primera vez, una inteligencia artificial ha superado el test de Turing. GPT-4, un modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI, ha demostrado ser indistinguible de un ser humano en ciertas conversaciones, según un estudio reciente. Este hito marca un punto de inflexión en la relación entre humanos y máquinas, mostrando un nivel de sofisticación en la IA que hace solo unos años parecía inalcanzable.
La segunda cifra me lleva a reflexionar sobre el futuro: algunos modelos de IA ya están en camino de tener un coeficiente intelectual superior al de los humanos, junto con una creatividad que podría superar nuestras propias capacidades. Este avance nos obliga a replantearnos nuestro papel como innovadores en un mundo donde las máquinas podrían ayudar e incluso liderar la creación de nuevas ideas y soluciones.
La tercera cifra, y quizás la que me cuesta calcular, es el Geopbyte, una unidad de medida que representa 1 trillón de Terabytes. Recordemos que un kilobyte son 1,000 bytes, un Megabyte son 1,000 Kilobyte, y así sucesivamente con el Giga, Tera, Peta, Exa, Zetta, Yotta, Bronto y por último el Geopbyte. Ahora ya llevamos en nuestros bolsillos dispositivos con capacidad de almacenamiento en Terabytes, el Geopbyte nos ofrece una visión de la escala colosal de datos que podríamos generar en un futuro cercano y por tanto el crecimiento exponencial de nuestra capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos, pero también plantea preocupaciones significativas sobre los recursos necesarios para mantener este crecimiento.
En esta linea, el reciente publicado informe del grupo de expertos mundiales de la ONU sobre la gobernanza de la inteligencia artificial, que resalta los riesgos y desafíos que surgen del desarrollo descontrolado de la IA. Este informe subraya que, aunque la IA tiene el potencial de contribuir significativamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), su desarrollo sin una gobernanza adecuada podría exacerbar las desigualdades globales y concentrar el poder y la riqueza en manos de unos pocos países y corporaciones. Además, el informe advierte sobre los riesgos de una IA que opere sin transparencia ni rendición de cuentas, lo que podría derivar en violaciones de derechos humanos y un impacto negativo en la paz y seguridad globales. De hecho, el informe también habla de la necesidad urgente de una gobernanza global de la IA para evitar lo que llama «carreras armamentistas de IA» en términos de seguridad y derechos. Sin un marco de gobernanza coherente y global, la capacidad de la IA para contribuir positivamente a la humanidad podría verse seriamente comprometida.
Finalmente, es crucial recordar que, aunque estamos inmersos en un crecimiento exponencial en términos de capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos, este crecimiento no puede ser infinito. Dependemos de recursos naturales finitos, sean minerales o naturales y es vital que encontremos un equilibrio antes de que el brontobyte nos convierta en los próximos Brontosauros, incapaces de adaptarnos a tiempo a las nuevas realidades. Porque entre el Brontosaurus y el brontobyte, los humanos deberíamos haber aprendido que todo en su justa medida. Gobernar la inteligencia artificial con una perspectiva global, como propone la ONU, es esencial para garantizar que este poderoso recurso beneficie a toda la humanidad y no solo a unos pocos y para eso hay que medirlo.
PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, trepas, troyanos y trolls y rodearos SINERGENTES que siempre suman aptitudes, equipo y valores.