El Centro Penitenciario de Mas d’Enric, que en diciembre cumplirá 10 años de su inauguración, tiene un año difícil por delante. Fuentes internas de la cárcel han expresado las dificultades laborales existentes para gestionar un centro penitenciario que, según las mismas fuentes, está “al borde del colapso”. Esta expresión de algunos trabajadores del centro penitenciario que han hablado para el Diari es rechazada de cuajo por el Departament de Justícia de la Generalitat.
Las mismas fuentes internas hablan de falta de profesionales en el ámbito del tratamiento: psicólogos, educadores, trabajadores sociales... Esta situación se ha acentuado desde marzo de 2024, cuando en el centro se cometió el asesinato de la cocinera Núria López. La investigación llevada a cabo del autor material del crimen y de cómo termino en cocina un interno condenado por delitos de sangre, puso el foco en las evaluaciones que se llevan a cabo a todos los reclusos.
En el Centro Penitenciario de Mas d’Enric hay una gran cantidad de bajas laborales de larga duración que no se están cubriendo. Y esta situación de vacantes está provocando que la gestión de este trabajo (relacionado con la reinserción) se vea comprometido. Las substituciones no son ágiles, ya que según la plaza hay una serie de pasos que requieren de tiempo para aprobarse y asignarse. Por ello, el funcionamiento de algunas evaluaciones se están demorando en la cárcel de Tarragona.
Desde el Govern se admite que hay bajas de larga duración en Mas d’Enric y la Secretaria de Mesures Penals, Reinserció i Atenció a la Víctima se está trabajando para poder dar solución a los problemas de Mas d’Enric y el de otras cárceles catalanas (no es un problema aislado).
Las mismas fuentes de la Generalitat también señalan que este año se deben activar las 407 plazas laborales aprobadas en febrero de 2024 para las 9 cárceles de Catalunya y los cinco centros abiertos repartidos entre Girona, Barcelona (2), Lleida y Tarragona.
¿Hay sobrepoblación de internos?
Otro de los problemas que expresan los trabajadores de Mas d’Enric es que hay sobrepoblación en las instalaciones de El Catllar y ello también es un factor en contra en el funcionamiento del centro penitenciario.
La Generalitat informa que la población interna de la cárcel de Tarragona es de 861 personas, entre hombres y mujeres, a fecha actual, enero de 2025. Se trata de una cifra que supera en 50 al número de reclusos que había hace un año (811).
“Es una población grande pero en ningún caso se puede hablar de sobrepoblación en Mas d’Enric”, remarcan desde el Govern. El aforo total, según los datos que en su día se dieron, cuando se estrenó la cárcel en el término municipal de El Catllar, era de 1.020 plazas repartidas en 618 celdas.
Sin embargo, fuentes de trabajadores, sindicatos y organizaciones de funcionarios de prisiones, explican que el aforo de una cárcel no debe fijarse con el número total de camas, sino en lo que ellos denominan “ocupación óptima”. Se entiende este concepto de la siguiente manera: un preso masculino no puede ocupar una celda del módulo de mujeres, o un preso sano una cama de la enfermería, o uno de primer grado ir a un módulo de segundo grado.
Por esta razón el número de plazas totales de una cárcel no se calcula con el límite del aforo del centro, sino que hay que analizar el espacio libre en función de la tipología de interno que ingresa.
Desde Mas d’Enric algunas fuentes hablan de que se está llegando a una población preocupante, mientras que desde Justícia se reitera que hay crecimiento, pero también margen para ello.