Las viviendas de uso turístico en proporción con el número de habitantes censados revela un «cierto riesgo de tensionamiento» del mercado de la vivienda en los Barris Marítims, Eixample Centre y Part Alta. Es una de las conclusiones que se extrae del estudio elaborado por la Fundació URV, en colaboración con el Patronat Municipal de Turisme de Tarragona, el cual hace una detallada radiografía de este sector en el periodo de 2017 a 2021.
El estudio pone de manifiesto que durante el año pasado había en la ciudad un total de 1.891 viviendas de uso turístico, lo que supone una frenada respecto a 2020, cuando a causa de la pandemia algunos de estos propietarios los sacaron del mercado turístico. No obstante, el doctor en Economia de la URV Antonio Russo ya avanzó que con la «reactivación del turismo» esta cifra pueda que siga creciendo este año.
Si tan solo tenemos en cuenta los datos que han sido objeto de estudio en este trabajo, puede comprobarse como el total de pisos turísticos se han incrementado en un 47% en este periodo de tiempo desde 2017. Y aquí se incluye tanto la oferta oficial, con licencia de la Generalitat, como los que se comercializan a través de Airbnb y la estimación de los que no tienen licencia. En cuanto a estos últimos, destaca que el número de ilegales ha bajado considerablemente respecto al último estudio, pasando del 43,5% a un 10%. Con todos estos datos, Russo valoró que la oferta total que tiene la ciudad es «considerable» y que esta podría explicarse «por tener una oferta hotelera poco desarrollada».
En cuanto a la distribución geográfica, la principal concentración está en el Eixample Centre (451), que comprende la zona de Corsini y su entorno, seguido de la Part Alta (364) y las urbanizaciones de Llevant (356). Antonio Russo también resaltó «la importante concentración de la oferta en los alrededores de la estación y la zona de cruceros». Estas mismas zonas también concentran las principales cifras de plazas disponibles, que en su conjunto es de 8.338, la misma que tienen los campings. Destaca que el Eixample Centre prácticamente suma 2.000 plazas.
Este grupo de trabajo también ha estudiado la presión social de estas viviendas turísticas sobre estos barrios. La conclusión es que «no necesariamente el crecimiento de la oferta comporta una disminución de la población». Sí que se ha detectado en algunos ámbitos como el Miracle, no obstante, en zonas donde estos alojamientos tienen un importante peso, como la Part Alta y los Barris Marítims, se ha incrementado la población. Estos dos casos son los que tienen una relación más elevada en cuanto a las plazas disponibles según la población censada. En el Casc Antic vemos que hay 6,77 plazas por cada cien habitantes, mientras que en el Barri de la Marina esta cifra llega a 7,28. Pese a ello, Russo afirmó que «es muy difícil establecer una análisis causal y afirmar que en las zonas en las que hay más oferta, se incrementan más los precios de los alquileres». Aunque sí que afirmó que, si bien no afectaría al precio, sí que lo hace en cuanto a la oferta del mercado residencial.
Russo afirmó que «no hay una situación de riesgo, pero si presiones que si no tenemos los instrumentos adecuados pueden convertirse en un problema». Y es que, uno de los elementos que aporta cierta ‘tranquilidad’ es que el 46% de estas viviendas de uso turístico están en edificios de más de 70 años de antigüedad. «Tiene mucho que ver con fincas en desuso en las que se hace una actuación de rehabilitación», afirmó el alcalde de Tarragona y presidente del Patronat Municipal de Turisme, Pau Ricomà.
El máximo responsable municipal afirmó que los datos obtenidos «deben tener una serie de aplicaciones porque nos importa el turismo responsable y sostenible, evitando que esta actividad ahuyente a los ciudadanos». Y, en este sentido, anunció que se creará una mesa de seguimiento, para controlar y monitorizar esta situación en las zonas de mayor concentración. En esta mesa, además de los responsables de turismo también se sentará Habitatge, Urbanisme y los servicios jurídicos y fiscales. En paralelo, también se iniciará un proceso participativo con el comercio, la Cambra de la Propietat Urbana y las asociaciones de vecinos.
La asamblea local de la CUP reaccionaba a la presentación de este estudio alertando de que el modelo turístico de la ciudad es «totalmente insostenible». Más allá de los pisos turísticos, apuntaban al «aumento» de los cruceros y al «impacto de los campings que se encuentran en la primera línea de mar».