La URV idea un sistema para seguir la actividad de personas vulnerables con IA

El proyecto permitirá hacer recomendaciones a los médicos y cuidadores sociales en base a la información recogida 

19 junio 2024 10:41 | Actualizado a 19 junio 2024 10:48

La Universitat Rovira i Virgili tiene en marcha un proyecto que será de gran ayuda para las personas vulnerables que viven suelas. Un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas (DEIM) liderado por el catedrático Domènec Puig están ideando un sistema computacional para monitorizar la actividad y medir en tiempo real los parámetros vitales.

El objetivo será que, con toda la información recogida mediante un conjunto de sensores y a través de la inteligencia artificial, se gestionen los datos y en base a ellos hará recomendaciones. Así, los médicos y los cuidadores sociales tendrán más elementos para hacer el seguimiento de la salud y las necesidades de las personas vulnerables. 

El proyecto ICARE, financiado por el Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat gracias a los fondos Next Generation, parte de la iniciativa del DEIM de la URV, que cuenta con la colaboración del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, en cuanto al asesoramiento médico, y de la Fundación Ave Maria de Sitges, que dispone de residencias para personas vulnerables y pisos tutelados.

«Teníamos claro que la sensorización de los domicilios se tenía que hacer de manera no invasiva, es decir, sin cámaras ni otros elementos que pudieran molestar o alterar el comportamiento de las personas que viven solas. Por eso buscamos sensores, algunos que ya existen y otros que desarrollan algunos colaboradores, como por ejemplo el investigador de la URV Eduard Llobet, que mesuran los niveles de determinados gases que permiten saber la actividad humana que se lleva a cabo en la casa. Por ejemplo, la concentración de CO2 más o menos intensa nos da información de lo que está haciendo la persona, si se mueve, si se levanta o no de la cama, cuánto rato se está en el lavabo o en la cocina...». Lo explica Domènec Puig, investigador principal de un proyecto que está en la fase inicial, en la cual se escogen los sensores que se usarán.

La información que suministren estos sensores distribuidos por la vivienda se complementará con una aplicación móvil que, enfocando la cara del paciente, permite saber parámetros como el ritmo cardíaco, la respiración, la presión sanguínea... «De sensores como estos ya existen y estamos escogiendo el más adecuado. Este método tampoco es invasivo ni hace falta que la persona tenga nada conectado, ni tampoco se hace ningún reconocimiento facial. Simplemente se tiene que poner ella misma el móvil delante de la cara periódicamente y la aplicación es capaz, tan solo analizando el rostro, de sacar todos estos datos», afirma Domènec Puig.    

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