Nace una nueva plataforma vecinal en la Part Alta, que tiene como objetivo defender los intereses de los que viven en el barrio. «Queremos vivir en la Part Alta. No nos expulsen». Este es el mensaje que se repetía esta tarde de miércoles, durante la presentación de la entidad, que ha tenido lugar en el Antic Ajuntament. Está formada por unos 300 vecinos y se llama Som Part Alta Tarragona. La plataforma quiere que el barrio sea algo más que «un escenario de visita típica en un casco antiguo». Piden poder aparcar cerca de casa, que haya más limpieza y que los vecinos se sientan más seguros. También exigen recuperar las tiendas que dan servicio, y limitar los bares y los comercios de souvenirs.
La plataforma Som Part Alta Tarragona ha nacido a raíz del cambio de las zonas reguladas del barrio. El Ayuntamiento las modificó alegando que así lo exigía la normativa de zona de bajas emisiones, y los vecinos se opusieron. «No podíamos aparcar en el Camp de Mart, pero sí en El Corte Inglés. No hay quien lo entienda», dicen desde la plataforma.
Después de muchas reuniones con representantes del Ayuntamiento, los vecinos decidieron organizarse. «El aparcamiento nos ha unido, pero la idea es poder tratar otras problemáticas de la Part Alta», explica Núria Plana Mendoza, miembros de la plataforma. Aseguran ver un barrio frágil, en un estado de calidad inferior al de hace 20 años. «Está en una deriva decadente que puede llegar hacerlo inhabitable», dicen desde la plataforma, quienes añaden que el objetivo de la asociación es convertir el barrio en un equilibrio de «convivencia, habitabilidad, descanso, vida social, acogida y celebraciones».
Una de las principales preocupaciones tiene que ver con el aparcamiento. Los vecinos aseguran que la Part Alta es el barrio con menos parkings privados y públicos de la ciudad y, por eso defienden que las pocas plazas dentro de Muralla tendrían que estar reservadas para los vecinos y para los que trabajan en la zona. También piden que se haga efectiva la prohibición de acceso a la Part Alta a todos los vehículos no autorizados.
La plataforma también habla de eliminar los cables eléctricos que cuelgan de las fachadas y pude más limpieza en sus calles. «Hay muchas palomas en las casas abandonadas. Hay que abordar el tema», dice el manifiesto que presentó la entidad.
La seguridad es otro de los asuntos pendientes. «Hace demasiados años que nos sentimos inseguros en nuestras calles. Hay que poner fin a los constantes robos de coches de la calle Sant Pau», piden los vecinos, quienes aseguran necesitar policías de barrio, sobre todo durante las noches en el entorno de locales de ocio.
Desde la plataforma explican que en la Part Alta hay la mayor concentración de personas vulnerables que viven en la calle. «Es necesario dedicar recursos públicos para ayudar a estas personas», añaden.
La petición de un centro cívico y de lavabos públicos, y la recuperación de tiendas de servicios y de toda la vida también constan en la hoja de ruta de la plataforma.
Finalmente, Som Part Alta Tarragona exige la limitación de pisos turísticos en el barrio «para evitar que esto se convierta en un parque temático», añade Plana.
La plataforma asegura que no pretende ser una asociación de vecinos. «Las entidades vecinales hacen su función, nosotros queremos estar pendientes hacía donde va el barrio. Queremos que la Part Alta vuelva a ser de los que vivimos en ella», dice Plana. La entidad está dispuesta a llevar a cabo movilizaciones y protestas para hacer oír sus reivindicaciones.