El equipo de investigadores de la Unidad de Nutrición de la URV-IISPV-CIBERobn junto con otros investigadores del estudio PREDIMED-Plus, han evaluado la asociación entre la adherencia a dos patrones dietéticos saludables, la dieta mediterránea y la dieta DASH, y los cambios en la función renal tras un año de seguimiento.
Además, han evaluado la asociación entre la adherencia a un patrón proteico, usando el Protein Diet Score, y la función renal. El Protein Diet Score es un índice que oscila entre los 0 y los 20 puntos, los cuales dependen de la ingesta proteica total y del ratio proteína vegetal:animal.
De modo que una mayor puntuación refleja un mayor consumo de proteínas de origen vegetal frente a la de origen animal.
Tras analizar los datos de 5.675 participantes, únicamente un cambio hacia una mayor adherencia a la dieta mediterránea, se asoció con un menor deterioro de la función renal basada en la tasa de filtración glomerular.
Además, tras un año de seguimiento a las personas con una mayor adherencia a este patrón dietético se observó una reducción del 38% del riesgo de que se produjese un declive mayor o igual al 10% en la tasa de filtración glomerular.
Por otro lado, un cambio hacia una mayor adherencia a un patrón proteico se asoció con un empeoramiento de la tasa de filtración glomerular.
En este mismo trabajo, también se exploró la asociación entre cada uno de los diferentes ítems que conforman el cuestionario “17-items energy-reduced Mediterranean Diet”.
Los resultados obtenidos mostraron que el consumo de verduras, legumbres, vino, así como la tradicional salsa mediterránea de tomate y aceite de oliva (sofrito) se asocia a una mejor función renal.
Este trabajo, publicado en abril del 2022 en la revista científica European Journal of Nutrition, ha sido realizado por la investigadora predoctoral Cristina Valle-Hita.
Ha sido liderado por Nerea Becerra-Tomás, investigadora postdoctoral en Imperial College London y colaboradora de la Unidad de Nutrición Humana (URV); Nancy Babio, investigadora y profesora agregada de la URV; y Andrés Díaz-López, investigador Serra Hunter de la URV.
Todo el equipo forma parte del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn).