«Un día muy feliz». Así definía Rubén Viñuales, alcalde de Tarragona, la jornada de este viernes. Y lo hacía al lado del conseller de la Generalitat, el tarraconense Berni Álvarez, en el Palau d’Esports Catalunya, en la Anella Mediterrània de Campclar.
Berni Álvarez venía a oficializar –como ya avanzó el Diari en su edición del pasado lunes– el compromiso de la Generalitat de aportar 700.000 euros para acabar con una deuda pendiente desde 2018: la ampliación de las gradas para alcanzar un aforo de 5.000 personas, tal como estaba previsto en el proyecto inicial. Un proyecto que, según se dijo, estará materializado antes de verano, porque para el segundo semestre del año hay cosas «muy chulas» que se harán en el recinto y que ninguno de los dos quiso avanzar.
El Palau d’Esports fue construido para los Juegos del Mediterráneo de 2018. Pero retrasos en la construcción provocaron que no se llegara a tiempo para materializar estas gradas retráctiles, que se dejó para más adelante. «La Generalitat tenía la gran deuda histórica con Tarragona después de los Juegos», decía el conseller de la Generalitat, quien añadía que el legado era tener el Palau completo, «con estas gradas supletorias, que puedan acoger acontecimientos de un nivel más alto».
Una larga espera
Álvarez reconocía esta obra se ha ido dilatando en el tiempo: «Nosotros, nada más entrar en la Generalitat, y dentro de un calendario exhaustivo pero completo, hemos intentando desencallar algunos temas pendientes». Se refería no solamente al de Tarragona, sino al de Sant Hipòlit de Voltegrà, Girona y La Seu d’Urgell: «Tarragona, como capital de provincial, se merecía tener el Palau terminado».
El representante de la Generalitat también tiró flores hacia el actual equipo de gobierno municipal –del que él formó parte–, algo que fue recíproco durante la visita: «El empuje que el alcalde y su gobierno municipal tiene para dar vida al deporte en esta ciudad».
La concesión de estos 700.000 euros pasará el próximo lunes por el Consell Executiu de la Generalitat, momento que el Ayuntamiento podrá licitar la obra, que contempla unas 1.900 plazas, que se añadirán a las 2.500 actuales «y algunas más que se pueden hacer de forma complementaria». El no tener estas gradas implicaba que cada vez que había un acontecimiento importante se tenían que alquilar, lo que suponía un coste entre 30.000 y 40.000 euros.
Cumplir la palabra
Rubén Viñuales recordaba que cuando Berni Álvarez era concejal de Esports en el Ayuntamiento «reclamaba insistentemente a la Generalitat estas gradas. Y ahora, en un tiempo récord, ha cumplido con su palabra». Ello va a permitir «tener este Palau en unas condiciones más óptimas, con la capacidad que se había previsto inicialmente».
Y todo ello, según el alcalde, para tener un turismo deportivo, «que es muy importante». Y alabanzas de nuevo para el conseller: «Nunca tendremos palabras suficientes de agradecimiento al conseller Berni por todo el camino que marcó en Tarragona. Pero sobre todo es reconocer que, sin presupuesto aprobado, ha conseguido esto: cumplir con su palabra. Él siempre la cumple».
Una de las obras pendientes del Palau d’Esports es parte de los vestuarios aunque, según se comentó, no es un asunto urgente. En este caso, la obra la asumirá el Ayuntamiento pero no el próximo 2025 sino que ya sería al año siguiente.
En cambio, el próximo año, el Ayuntamiento sí que va a materializar los vestuarios del campo de rugby. «Tendremos el mejor campo de este deporte de Catalunya», subrayaba Viñuales.
Grandes acontecimientos
Las obras de ampliación de las gradas se quiere que estén terminadas antes de verano porque son necesarias para algunos acontecimientos que se prevén para la segunda parte del año. «Tenemos cosas encima de la mesa muy chulas para Tarragona a nivel deportivo y que requiere de este aforo», indicaba Berni Álvarez.
En el mismo sentido se expresaba el alcalde: «No hay nada firmado pero están avanzadas –las conversaciones–. Como la mayoría de cosas importantes, se tiene que trabajar de puertas hacia adentro, con calma y precaución». Sí que dijo que serían acontecimientos «de primer orden» pero que «es como los sueños, que si los dices, pueden desaparecer», «pero no me quiero hacer el interesante».
Rubén Viñuales señaló que «llevamos mucho tiempo trabajando en ello. Servirá para poner el mapa deportivo de Tarragona en un nivel importante».