Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado lunes 5 de agosto en Tarragona a una mujer de 30 años por los delitos de hurto y estafa.
Los hechos se remontan a principios de este mes de julio, cuando agentes de investigación de la policía catalana detectaron que la mujer había vendido joyas con inscripciones que no correspondían con sus iniciales, ni tenían relación familiar demostrable con ella.
Entonces, los investigadores se pusieron manos a la obra para intentar descubrir la procedencia de dichas joyas. La búsqueda tuvo sus frutos y los Mossos consiguieron localizar a familiares del propietario de las joyas, un hombre afincado en la calle Ramón y Cajal de Tarragona y de 90 años de edad. Los mencionados familiares aseguraron que no conocían de nada a la mujer que vendió las joyas en un establecimiento de compraventa de oro.
¿Cómo conoció la mujer de 30 años al hombre de 90?
Tirando del hilo, los Mossos d’Esquadra descubrieron que la mujer trabajaba en un bar de la ciudad de Tarragona, un lugar que frecuentaba el hombre. Ella, poco a poco, se ganó la confianza del nonagenario.
Entre otros, se ofreció a ayudarle en las tareas de la casa. Sobre todo, se encargaba de hacerle la comida al hombre, que sufría una discapacidad física, con un elevado grado de la misma. Poco a poco, acabaron haciéndose amigos, aunque no hay ninguna prueba de que la cosa fuese a mayores. Es decir, no se ha podido demostrar que haya existido algo más que una relación de amistad y de ayuda en las tareas domésticas.
Con el paso de los días, y aprovechándose de la relación de amistad entre ambos, la mujer le robó joyas que, posteriormente, vendería para poder ‘cobrarse’ sus servicios. Además, también realizó reintegros en cajeros con su tarjeta de crédito. En total, la cifra asciende a más de 2.000 euros.
Los Mossos d’Esquadra pudieron recuperar parte del botín, el cual fue regresado a su propietario.
Por todos estos motivos, la Unidad de Investigación de Tarragona de los Mossos detuvieron a la mujer del hurto y también le atribuyeron un delito de estafa por haber engañado a la tienda de compraventa, ya que había manifestado que las joyas eran de su propiedad. La investigación continúa abierta y la policía autonómica no descarta nuevas detenciones.