Once años y medio de prisión. Es la pena que la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona ha fijado para una mujer por haber intentado matar a su expareja en Els Pallaresos. Concretamente, ha sido condenada por un delito de tentativa de asesinato y otro de allanamiento de morada.
Además, durante quince años no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la víctima. En cambio, los magistradas han absuelto a la procesada de un delito de robo con violencia. El fiscal pedía quince años por la tentativa de asesinato y tres por el robo.
La acusada había mantenido una relación sentimental con la víctima durante aproximadamente dos años, con convivencia en una casa situada en Els Pallaresos. Pero dicha convivencia y relación terminaron aproximadamente el 20 de septiembre de 2023.
En la madrugada del 1 de octubre, sobre las 00.15 horas, el hombre llegó solo a casa, desconectó la alarma y dio de comer a los perros. Tomó algo y se fue a la habitación. Desde allí escuchó un ruido fuerte, como si procediera de la puerta del garaje. Lo comprobó: la puerta estaba cerrada y no vio a nadie.
El ataque
Cuando estaba en el pasillo, mirando hacia el salón, escuchó el ruido de una puerta de una habitación y, al girarse para mirar hacia atrás, vio a la acusada que le clavaba un cuchillo por la espalda, en el cuello. Él agarró a la mujer con las manos, por el cuello y la muñeca, y se puso una silla –que estaba en el pasillo– por delante para protegerse.
La víctima sangraba abundantemente y la mujer trataba de volverle a clavar el cuchillo, sin conseguirlo, porque él tenía la silla puesta delante. La acusada, mientras, continuaba con el ataque hacia quien fue su expareja, mientras le decía expresiones como «vas a morir, el cuchillo se ha clavado».
El hombre intentaba salir de casa y pudo apretar el botón de alarma. Ella le lanzó el mobiliario y arrancó el sistema de alarma del pasillo. La víctima pidió ayuda a los vecinos. Finalmente, logró salir por el garaje y la acusada, por la entrada principal.
En la calle
Cuando ya estaban en la calle, el hombre seguía agarrando la silla por el pánico que sentía a que la acusada volviera. Finalmente, sus vecinos le auxiliaron, lo sentaron en la silla, le taponaron la herida hasta la llegada de los Mossos d’Esquadra y la ambulancia. La ahora condenada fue localizada en las inmediaciones, donde acabó detenida.
La víctima sufrió una herida en la cara posterior del cuello, donde le tuvieron que dar puntos. Las lesiones no le afectaron a planos profundos, si bien se trata de una zona de riesgo vital dada su localización, muy cerca de una zona vascular.
El abogado defensor, Javier García Bueno, ha apuntado al Diari que ha presentado recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.
