«Estar abierto al mediodía cuesta un dinero, está llegando menos turismo y se trata de adaptarse a la afluencia de público», explica el presidente de El Tomb de Reus, Jacint Pallejà. Una década después del impulso al ‘Reus Shopping Day’, la iniciativa municipal que se estrenó en 2012 para mantener activos cientos de comercios a la hora de comer como respuesta, principalmente, al boom del visitante ruso y sus horarios, aquella tendencia se ha revertido y son mayoría los establecimientos que bajan la persiana al menos de 14 a 16h., también durante el verano.
«Todavía queda algún negocio de esa época que abre, pero es muy complicado», añade Pallejà, preguntado sobre las actuales dinámicas.
Lejos se ven ya los reclamos en ruso en los escaparates y la demanda de dependientes que dominasen el idioma para atender a este tipo de turista que gastaba en la zona. Y, coincidiendo con la Covid, el Aeropuerto perdió sus últimas rutas con el país exsoviético. «Efectivamente hace algunos años se promovió abrir al mediodía porque entonces había una afluencia de cliente ruso y valía la pena porque entraba en esa franja en las tiendas», recuerda la presidenta de la Unió de Botiguers de Reus, Rosa Lucas.
Y constata que el escenario ahora es otro y «la gente de aquí está muy acostumbrada al horario que tenemos tanto en Catalunya como en toda España» y, además, «los mediodías no dan los porcentajes para abrir y pagar a empleados».
A todo ello se añade el calor, que complica circular por las calles en julio y agosto. «Hasta las 18 o las 18.30h., en esta época, la gente o está en la playa o está en casa. Se arranca hacia esa hora», precisa Lucas, que dice que «quizá valdría la pena cerrar después y abrir más tarde».
El colectivo ruso, mermado en los últimos tiempos y más definitivamente a raíz de la guerra en Ucrania, marcó una etapa para el comercio local. «Tuvo tres efectos: algunos venían con mucho dinero e iban a coche cerrado directamente a alguna joyería, otros empezaron a adquirir piezas de ropa y hubo una tercera generación que acudía a comprar. Dejó incidencia pero también hay que tener en cuenta al resto de turistas», tal como cuenta Pallejà.
Relevo desde Francia
El presidente del El Tomb de Reus indica que «este año ha venido menos turismo europeo, van más ajustados y la inflación y la subida de los tipos de interés llevan a reducir gastos». A pesar de que «Reus siempre ha sido una ciudad comercial relacionada con visitantes de todo tipo», hay la percepción de que «tanto el turismo estatal como el de otros puntos de Europa ha menguado o se presenta con menos poder adquisitivo».
«Hay mucho francés en la calle y en las tiendas, pero con un nivel económico más bajo», añade Lucas.
La inclinación a cerrar al mediodía se está generalizando. Y es que «es un tema del que se habla mucho entre las tiendas y llegamos a la conclusión de que el porcentaje de venta del mediodía no puede promover el sueldo de un empleado».
«Antes, el turista ayudaba mucho porque era muchísima gente la que entraba en las tiendas. Pero, hoy en día, si se vive del cliente de la comarca y el del entorno, este no suele decantarse por esas horas», detalla la presidenta de la Unió de Botiguers de Reus, aunque «hay algunos comercios y también franquicias que sí abren y ya lo tienen estructurado así. Pero los pequeños no nos lo podemos permitir».
Muestra de ello fue el propio ‘Reus Shopping Day’, culmen de aquella línea de ampliación horaria –nació para ofrecerse en el tiempo libre de quienes comían más temprano y volvían pronto al hotel– y que se fue desinflando. En verano de 2016 se desplegó a medio gas y en 2017 quedó descartado por las oscilaciones turísticas y por la filosofía de normalización de los horarios, que comenzó a reorientar el sector hacia la conciliación.
El establecimiento Mallorquí Sabateries en plena calle Llovera es un ejemplo de negocio que sí hace la tradicional pausa de mediodía. «A partir de las 13.30h. ya empieza a paralizarse todo y, de hecho, muy poca gente abre en ese margen», comenta Paqui Campos, dependienta de la zapatería.
Y es que alargar la actividad «requiere que haya personal y no es rentable», opina. Campos pone el foco en otro factor: «Para que estar abiertos funcionara, tendrían que estarlo todos los comercios de una misma zona. Quedarte tú y que el resto estén cerrados seguramente no sirve de nada porque la gente no se acerca y no tiene mucho sentido. Pero lograr coincidir en eso también es complicado», comenta.
La reforma horaria
«Si fuese por el público, seguramente querría que estuviésemos disponibles todos y en todo momento. ¿Reforma horaria? Ojalá llegue ese día, pero, ¿por dónde empezamos?», expresa Pallejà, con el convencimiento de que «es una cuestión política que no se ha acabado de abordar nunca».
«Por poner un caso, las familias no pueden cenar antes si los niños están todavía haciendo las extraescolares... Debe haber una coordinación», explica el presidente del Tomb de Reus, entidad que ha tratado desde diversas vertientes esta cuestión.
Pallejà valora que «nuestro horario debería ser otro y, de cara al futuro, deberíamos ser más europeos. Al fin y al cabo, por nuestra ubicación, nos tocaría estar a una hora menos». Por el momento, en cualquier caso, «abrir al mediodía es muy difícil si no hay gente. E intentar abrir para poder abarcar más es un pez que se muerde la cola», concluye.
El patrimonio amplía sus visitas
Con el objetivo de alargar la estancia del visitante en la ciudad, fomentar la repetición de visita de día y continuar potenciando la llegada de turistas con estancias de fin de semana, el Ayuntamiento lanzó recientemente la campaña ‘Reus, un amor d’estiu que no oblidaràs’. Entre muchas otras acciones, oficinas de turismo y espacios visitantes amplían sus horarios.
El Gaudí Centre, el Campanar, el Pavelló dels Distingits del Pere Mata, la Prioral de Sant Pere y la Estació Enològica abren más horas hasta septiembre. Los miércoles, a partir de las 19.30h., hay música en las calles. Y siguen vigentes las rutas guiadas, los talleres y las experiencias gamificadas.
Ruta Europea del Vermut
Reus Promoció participó, en julio, en un ciclo de conferencias organizado por la Ruta Cultural Europea de los Cafés Históricos, en Turín. Las jornadas eran parte de los encuentros anuales entre miembros de estas rutas certificadas como Rutas Culturales Europeas del Consejo de Europa. En un videomensaje, Reus Promoció presentó el proyecto de la Ruta Europea del Vermut, que estaría integrada por Reus, Turín y Chambéry, como ejemplo de iniciativa que arranca.
La concejala de Projecció de Ciutat, Noemí Llauradó, destaca que, así, «se dan los primeros pasos para poner en marcha este proyecto internacional de gran envergadura para la proyección exterior de Reus».