El Govern de la Generalitat lanzará, la semana que viene, una línea de ayudas dirigidas a paliar los efectos de la sequía extrema tanto en los payeses como en las cooperativas, en cuanto a las producciones afectadas este 2024. Serán para toda Catalunya, pero se espera que tengan una incidencia especial en el Priorat por las gravísimas consecuencias que la comarca viene sufriendo.
Así lo anunció la tarde de este 29 de agosto, desde Cabacés, el conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, que habló de «situación dramática» del sector y «gran preocupación» de los vecinos tras una reunión con miembros de la cooperativa y del gobierno del municipio, y con la Comunitat de Regants de Margalef, en la que también participó la consellera de Territori, Sílvia Paneque.
La propuesta se concretará en los próximos días, articulada «de la manera más rápida y fácil de justificar» para que «ningún agricultor tenga que dejarlo», en palabras del conseller. Las ayudas se adaptarán «en función de los perjuicios de la sequía y el descenso de la producción» y «está claro que el Priorat es una de las zonas de Catalunya en las que esto ha sido más acentuado». Se trabajarán «conjuntamente con el territorio», dado que «ya tenemos la disponibilidad presupuestaria».
Ordeig también avanzó la voluntad de «acelerar al máximo los trámites de las obras que darían una solución estructural al embalse de Margalef», aunque evitó precisar fechas. Sí subrayó que dará continuidad, en este sentido, a los planteamientos del ejecutivo saliente.
En este sentido, detalló que hay «una obra relativamente fácil de hacer que es la conexión del Garrigues Sud, que la Confederació Hidrogràfica de l’Ebre y las comunidades de regantes ven bien y genera consenso». «Haremos lo posible y lo imposible. Si puede hacerse en meses, será mejor que en años», dijo el conseller, seguro de que «hallaremos una fórmula jurídica de urgencia porque, además, es una intervención que comprende agua de boca».
Sobre el pantano de Siurana y el proyecto que traspasaría agua del Ebre hacia ese y hacia el de Guiaments, Ordeig incidió en la intención de «seguir lo iniciado por el anterior gobierno» aunque este paso «es más largo y más costoso». En Cabacés, en la que fue una de las primeras incursiones del equipo de Salvador Illa –que se cita el fin de semana en el monasterio de Poblet– en Tarragona, el conseller visitó fincas de olivos.
Por su parte, el presidente de la Cooperativa de Cabacés –parte de la DOP Siurana–, José Antonio Robles, que había solicitado la presencia de los consellers ocho días atrás, incidió en que «no actuar significa cerrar el pueblo: la tienda, la escuela, el museo, la biblioteca...». «En la cooperativa entran cada año 1,2 millones de quilos de olivas y este año serán 150.000», destacó.
El alcalde, Jaume Pujals, apuntó que se ha perforado un pozo en el que «por suerte, hemos hallado agua» y que, de momento, puede abastecer a la población. Y el presidente de la Comunitat de Regants del Pantà de Margalef, Ricard Masip, destacó la «voluntad» del Govern, aunque «vamos tarde». «Hemos pedido que en febrero haya agua en las fincas. Si no la hay, eso irá en contra de la cosecha entera de 2025», especificó.