El proyecto y la obra de reordenación del tráfico de la avenida de Bellissens, cuya ejecución estaba prevista para 2022, no se llevarán finalmente a cabo dentro de este año. Fuentes municipales detallan al Diari que los trabajos han tenido que desprogramarse por dos motivos.
Uno es el encarecimiento de precios coyuntural y, a la vez, repercutido sobre el resto de actuaciones planteadas por el gobierno municipal. El otro tiene que ver con que «los planes de inversiones son previsiones iniciales que, después, a la hora de hacer los proyectos y los respectivos presupuestos, pueden variar». Sobre si la reforma de la avenida se va a reprogramar para el año que viene, las mismas fuentes detallan que «el plan de 2023 todavía se está trabajando a nivel político y, actualmente, no está decidido si se incluirá o no».
En la vía convergen varias rotondas, tramos troceados de carril bici, el paso hacia Mas Pellicer, la entrada a Urgencias del Hospital Sant Joan y a su helipuerto, la del campus de la URV que espera la nueva Facultad de Medicina, la conexión con el Tecnoparc, el recinto del Institut d’Horticultura i Jardineria o el enlace con la T-11. Además, y especialmente a raíz de la transformación del solar adyacente al hospital en zona azul, es frecuente ver a peatones cruzar los cuatro carriles, saltando la mediana y sorteando los vehículos que circulan a gran velocidad, porque han estacionado en el Tecnoparc y quieren acceder al centro sanitario. También, al no tener acera, alumnos de Horticultura caminan por el arcén.
La intención de la reordenación, según especificó el Ayuntamiento en su momento, era «integrar toda la movilidad de la zona». La fórmula elegida de inicio –aunque la configuración exacta está aún bajo estudio– es la construcción de una nueva rotonda que tendría que quedar encajada, en principio, entre la de FiraReus y la que da a Sant Josep Obrer. El sistema que se acabe aplicando debería permitir también el tránsito de viandantes.
Se da prioridad a los carriles bici
El presidente de la Associació de Veïns I de Maig, de Mas Pellicer, Eduardo Navas, opina que «si se trata de la rotonda, estupendo que no se haga; nosotros siempre hemos dicho que queremos una pasarela elevada». «¿Si Mas Carpa tiene pasarelas y le van a hacer una rotonda, por qué nosotros, que ya tenemos rotondas, no podemos tener una pasarela?», se pregunta.
Navas insiste en que «a partir de las ocho de la mañana ya se ven trabajadores del Hospital y usuarios que cruzan andando» y «a punto ha estado muchas veces de haber algún atropello, pero hasta hoy hemos tenido suerte». «La forma de evitar el peligro es que el peatón no pise el asfalto, que vaya por un paso elevado», precisa.
Desde Mas Iglesias, el presidente de la Associació de Veïns El Roserar, Francesc Jornet, urge a solucionar los problemas de tráfico de Bellissens. La reforma «es más que necesaria, es imprescindible, se tiene que hacer», expone, y lamenta que «no puede ser que uno espere tener el dinero y el proyecto y luego no los tenga, es incomprensible y no estamos de acuerdo». «Es una vía muy transitada y hay quien cruza a pie», constata, y dice que «al final, la gente nos tendremos que movilizar. En la asamblea de la Federació, es uno de los temas que trataremos».
Por su lado, el presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Masssó, indica que «todo se ha encarecido, pero hay que seguir haciendo las cosas», aunque pide «paciencia y calma» y recuerda que «la rotonda de Mas Carpa sí la van a hacer».
El Ayuntamiento de Reus acaba de aprobar nuevos carriles bici segregados en calzada en varios puntos de la avenida de Bellissens. Así, se dará continuidad a los tramos existentes a ambos lados de la carretera. Se insertarán carriles entre la calle Argentina y Horticultura, en la plataforma de Bellissens y la vía de servicio lateral de la calle Uruguai y hacia la T-11, y se añadirá un paso de bicicletas transversal. El presupuesto global de las obras relacionadas con la bicicleta ronda los 325.000 euros.