El reformado puente del barrio Gaudí quedó parcialmente inundado este martes a raíz de la fuerte lluvia. La situación ha indignado a muchos vecinos, dado que hacía poco más de una semana que el paso había reabierto tras meses de obras. De hecho, uno de los principales problemas que tenía la infraestructura eran las filtraciones de agua desde la parte superior, por donde pasa la vía del tren.
Una vez restablecida la circulación, los vecinos pensaban que estaba ya todo solucionado, por lo que creó sorpresa la imagen de este martes, con los carriles bici encharcados. No obstante, el alcalde, Carles Pellicer, aclara que «la obra no está terminada» y que si el pasado 5 de agosto se recuperó el paso de vehículos y peatones fue «por facilitar la circulación». Y es que el puente llevaba cerrado desde finales de marzo, lo que había creado problemas circulatorios en pasos alternativos.
Según relata el alcalde, este miércoles por la mañana los técnicos han hecho una evaluación de lo sucedido y se realizarán modificaciones para evitar que se repita la imagen. «La obra todavía no está recepcionada. Hablaremos tanto con la empresa constructora como con Adif» para realizar ajustes, añade. Según Pellicer, la tormenta «ha sido una prueba de resistencia», lo que ha ayudado a detectar aspectos a mejorar, como puede ser la decantación del agua. También destaca que, con el calor, la caída de hojas de los árboles se ha precipitado, lo que contribuyó a colapsar los sumideros. Aunque la inundación se produjo el martes por la mañana, esta tarde, uno de los carriles bici estaba aún encharcado.
Cabe recordar que la remodelación del puente del barrio Gaudí se divide en dos partes: por un lado, Adif se hace cargo de la reparación de las filtraciones desde la parte superior; mientras que la parte más visual es la reforma del interior del puente, a cargo del Ayuntamiento, con un importe de 492.590,50 euros, financiado en un 50% a través de las ayudas del PAM de la Diputació de Tarragona y fondos Next Generation. Esta parte de los trabajos ha consistido en la reordenación del espacio, con una única acera para peatones, ubicada en uno de los laterales y separada de la calzada con una barandilla metálica.
Por otro lado, se han incorporado dos carriles bici, a lado y lado de la calzada, delimitados con elementos separadores. En cuanto al ruido, éste se ha reducido con un revestimiento acústico con paneles fono-absorbentes. Otra cuestión, es la mejora de la iluminación, algo que ha levantado también críticas entre el vecindario, pero que el alcalde aclara que «todavía tiene que realizarse».
En paralelo, se ha creado una nueva rotonda entre la avenida Països Catalans y Jocs Olímpics, «pero es provisional», dice Pellicer. No obstante, explica que se está estudiando realizar una posible nueva configuración en este punto para facilitar la incorporación a Països Catalans. El objetivo sería evitar que los vehículos de Jocs Olímpics tengan que entrar al puente para realizar un cambio de sentido.